Quería ver de cerca sus copas y algunas fotografías históricas, si es que existían en su sede en el estadio Cuauhtémoc, pero me lo negaron. No me dieron el acceso, y los que me atendieron me pusieron todas las negativas del mundo.
Uno me dijo que estaba vacío, otro que ?las únicas dos copitas? están en la casa del presidente (¿será?), y que estaba ?¡uuhh!, lejos?. Luego, el primero se retractó y dijo que ?no, que estaban guardadas en la oficina del presidente, en otra parte?.
Después de tantas explicaciones e impedimentos, decidí manifestar que escribiría una nota con que no existía nada. Y los tipos se pusieron nerviosos, pero dijeron: ?Con el pesar, sí, eso vas a tener que escribir?.
Adentro del estadio, le consulté a uno de los encargados de logística si ahí había o no algo del club, y me respondió que sí, que estaban unas copas y la tienda oficial. Lo que me confirmó que fue a mí a la que me negaron la posibilidad de admirar recuerdos bonitos del equipo.
Definitivamente, un punto negro en Puebla para mí, que me dejó una nota en blanco.