El caso Christian Castillo abre la interrogante sobre si es bueno o no que los futbolistas salvadoreños emigren hacia ligas poco competitivas y en países prácticamente inexistentes en cuanto a fútbol se refiere.
Es entendible que un jugador a la edad de Christian, con 28 años, busque una oportunidad para jugar en el extranjero, teniendo en cuenta que quizás pueda ser su última oportunidad de volver a militar en otra liga. Habría que conocer si el aspecto económico prima sobre el tema deportivo.
El equipo que resulta campeón en la Thai Premier League, recibe un premio económico de 10,000,000 millones de Bahts (moneda local), la cual equivale, aproximadamente, a 335,200 dólares.
Tailandia, que ocupa, actualmente, el puesto 136 en el Ranking Mundial de selecciones de la FIFA, y que su liga figura en el puesto 94 del ranking; podrá tal vez no ofrecer el nivel de competitividad que deseamos para los futbolistas salvadoreños, pero ofrece la oportunidad de salir del acomodo local y esforzarse más, en cada entreno, para poder ganarse un puesto en el once titular. El objetivo, hoy por hoy, será gozar de minutos en el equipo, aspecto que beneficiará a la Selección Nacional cuando estos jugadores vuelvan para vestir la Azul y Blanco.