Queda atrás una semana movida en el fútbol salvadoreño. Y con perdón del FAS del puntaje ideal, estuvo marcada dos hechos extrafutbolísticos:el pago con monedas de Rudy Valencia y las fuertes declaraciones del Cuate Castillo contra los federativos. El primero puede establecerse como una “pirueta” más del circo del fútbol. En lo segundo vale la pena detenerse. La gravedad de los dichos (“me pidieron que no citara a Mardoqueo por el tema amaños”) y la pauta que es la primera vez que un entrenador de Selección menciona el tema de arreglos de partidos, da la certeza que el “fantasma de los amaños” sobrevuela el fútbol salvadoreño. Y que existe una “lista negra” en el seno de la FESFUT. Para algunos pasó desapercibido; para EDH, no.
Continuará….
Pero el fútbol es como la vida. Y en ella, las esperanzas se renuevan día a día. Hoy es tiempo de volver a ilusionarse, a riesgo de caer otra vez en la decepción. Pero vale la pena el intento. Es el tiempo de la Sub-20 y su posibilidad de El Salvador de llegar a un Mundial Juvenil por primera vez en la historia.
¿Por qué la ilusión? Porque pasadas las etapas previas clasificatorias, las chances de ir a Turquía 2013 se reducen a un partido, una especie de final en la etapa de cuartos de final. El Salvador comparte el grupo con México y Curacao. Y si nada extraño sucede, la Selecta debería pasar como segunda de grupo para definir todo en el juego de cuartos. Allí el cruce sería con Panamá o Jamaica, el partido del todo o nada. Si ganan ese juego, la gloria de un Mundial juvenil será una hermosa realidad para El Salvador… Soñar no cuesta nada. Y este sueño, particularmente, no es tan caro. Será cuestión, entonces, de volver a creer.