La copa media llena

[OPINI??N] Punto de vista del periodista Claudio Martínez, después de que la Selección Nacional consiguiera el tercer lugar

descripción de la imagen
La copa media llena

Por Claudio Martínez / Twitter: @martinezchino

2013-01-28 6:02:15

No conviene tomarse muy en serio la Copa Centroamericana porque su nivel general ha sido lamentable, desde la mediocridad de juego en casi todos los partidos hasta esa geografía desoladora que mostró el Estadio Nacional en todas las jornadas. Claro, dentro de ese panorama siempre es preferible ser el campeón que ser último. Y ser tercero, aún con las reservas del caso y sin pecar de conformistas, no deja un mal sabor de boca para la Selecta. En cuanto a la posición final, se superaron las expectativas de la mayoría, pero lejos estuvo de ser brillante. Eso sí, este equipo tiene crédito abierto.

Curiosamente, la Selecta fue de más a menos. Cuanto más rodaje llevaba el equipo, perdía consistencia. Para el análisis hay que separar los tres primeros partidos del último. ¿Por qué? Porque en los tres primeros (Honduras, Panamá y Costa Rica), sin el rótulo de favorito y sin la presión de salir a buscar el partido, se paró de una manera, y ante Belice, donde asumió el control de la pelota desde el comienzo, lo hizo de otra.

El mejor partido de la Selecta en esta Copa Centroamericana fue ante Honduras, en el debut. Es evidente que a este equipo le sienta mejor replegarse, esperar, tapar espacios, recuperar y salir con rapidez buscando el contraataque. Contra Honduras lo hizo muy bien: no recibió un remate al arco en los primeros 60 minutos y de contra tuvo varias ocasiones para marcar, especialmente a través de Burgos. Para jugar así no se necesita alguien habilidoso, sino buenos recuperadores ?hay dos muy buenos, Cerén y Menjívar-, carrileros muy sacrificados y envíos largos para que los de arriba hagan la diferencia ante un rival descompensado defensivamente porque estaba en posición de ataque.

Esa solidez defensiva, que tan bien salió ante Honduras ?a pesar de que recibió un gol- empezó a fallar ante Panamá, sobre todo en el primer tiempo, donde los canaleros desbordaron con facilidad por las bandas y si no hubo que lamentar goles fue porque Blas Pérez y sus amigos las fallaron todas. Pero la Selecta estaba tan cómoda, tan segura jugando a esperar y sacar réplicas directas, que en muy pocos momentos varió ese formato que le valió dos empates y, sorteo mediante, el segundo puesto del grupo, boleto a la semifinal y también visa a la Copa de Oro.

Ante Costa Rica fue exactamente lo mismo, solo que los ticos ?en su mejor partido del torneo- sí hicieron daño con su toque profundo, aunque este no se materializó hasta que al 71? que llegó el gol de Wallace, pero ya había avisado varias veces. La Selecta, a su estilo, y agregando el remate de media distancia, tuvo sus ocasiones también. Solo en los diez minutos finales, cuando Pinto decidió cerrarse para aguantar el resultado y le cedió el terreno, la Azul tuvo la iniciativa. Aún sin ser muy claro y con muchos pelotazos, estuvo a punto de empatarlo en la última jugada con una chilena espectacular de Rafa Burgos que el portero Pemberton alcanzó a desviar con su uña más larga.

Paradójicamente, donde más quedaron en evidencia las carencias creativas de esta selección fue en la única victoria, ante Belice, partido que mereció ganarlo incluso por un gol más. Pero una cosa no quita la otra? Muchos se preguntan, ¿por qué siempre le hacemos buenos partidos a las selecciones fuertes y nos vemos mal ante las más débiles? Muchos creen que es porque se acomodan al rival?

En mi opinión, esto tiene una explicación lógica. Ante Belice, la Selecta tuvo que salir a hacer lo que no hizo en los tres anterior partidos: llevar la iniciativa del juego, trasladar el balón y generar ocasiones de gol ante al menos ocho jugadores rivales delante de la línea de la pelota. Por eso Castillo puso alguien con características creativas como Gerson Mayén para alimentar a las dos puntas en ese mar de piernas, y si bien Mayén no defraudó y demostró algo de su clase, a la Selecta le costó hilvanar jugadas de real peligro, sobre todo hasta la llegada del gol, que terminó por quebrar el ímpetu de los beliceños. Ganó el partido por el peso específico, porque es más que Belice, sobre todo individualmente.

Lo de Belice es sencillamente milagroso. Dirán, y a simple vista se ve, que ha mejorado. Es cierto. Pero difícilmente se le pueda atribuir al trabajo, el propio técnico Leroy Sherrier lo explicaba. El modestísimo torneo local terminó el 7 de enero. No se han entrenado mucho, la mayoría de sus jugadores no son profesionales, trabajan en bancos, entidades públicas o son estudiantes. Su figura, el legendario portero Shane Orio, uno de los pocos profesionales, no recibió permiso de Marathon (Honduras) para ir a jugar la copa. En fin, con todas esas limitantes igual terminó siendo la revelación, lo que de alguna forma define el nivel de esta Copa Centroamericana.

La mirada positiva es el tercer puesto cuando todos firmaban a ciegas el quinto lugar, es no haberse visto mal ante las tres selecciones que jugarán la hexagonal para Brasil 2014, la aparición de una dupla de contención de jerarquía como Cerén-Menjívar y el grato nivel de Granadino, sin duda una opción válida y probada para zaguero central. Más adelante ?seguramente no contra Paraguay el 6 de febrero- quizás podremos ver una Selecta más osada, con más toque y más bonita de ver. Por ahora esto es lo que hay?