El modesto Paços de Ferreira está dando de qué hablar en la Liga portuguesa, donde roza el tercer puesto, impulsado por los principios del ‘fair play’ financiero y la focalización en las divisiones inferiores lusas y del mercado latinoamericano.
Con apenas 3,5 millones de presupuesto y unos 2.000 socios, el Paços del peruano Paolo Hurtado y el salvadoreño Arturo Alvarez ha logrado cumplir con uno de los lemas que más de moda se han puesto en estos tiempos de crisis económica: “Hacer más con menos”.
También apuntan al desarrollo del extremo salvadoreño Arturo Alvarez, procedente de la Liga estadounidense; el ecuatoriano Vinicio Angulo; o el paraguayo Javier Cohene son descubrimientos latinos del club.
Sorprendentemente, aparte de jugadores, el club ha sido un vivero de entrenadores. Paulo Sérgio, actual técnico del Cluj rumano y ex del Sporting de Lisboa, o Rui Vitória, que dirige al histórico Vitória de Guimaraes, lanzaron su carrera desde el Paços, que ahora cuenta con otro joven entrenador procedente de la categoría de plata, Paulo Fonseca.
El Paços, fundado en 1950 y con apenas 15 inclusiones en la primera división, fue finalista de la Copa de Portugal (2009) y Copa de la Liga (2011) y acabó en el sexto lugar en dos ocasiones (2002-2003 y 2006-07). En éste último curso se clasificó por primera vez competiciones europeas.