El gesto de Ivan Fernández en el Cross Hiru-Herri en diciembre de 2012 no pasó inadvertido para mucha gente.Sin duda un hecho que queda en el historial de Fair Play en grande.
El atleta keniano, Abel Mutai, medallista de bronce de los 3.000 obstáculos en los JJOO Londres 2012, estaba a punto de ganar la competencia cuando, al entrar en la pista se equivocó y pensó que ya había llegado a la meta, aflojó totalmente el paso y de inmediato comenzó a saludar al público creyéndose vencedor.
Fernández que venía detrás, al ver que se equivocaba y se paraba una decena de metros antes de la pancarta, no quiso aprovechar la oportunidad para acelerar y quedarse con la prueba. Se quedó a su espalda, y gesticulando para que le entendiera y cruzó cerca junto al africano la meta, y dejó que Mutai ganara.
Iván Fernández Anaya, un corredor vitoriano de 24 años manifestó al terminar la prueba: “En el cross de Burlada apenas había nada en juego, ni tampoco mucho dinero, aparte del poder decir que había ganado a un medallista olímpico.
Aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el Europeo, no me habría aprovechado. Creo que es mejor lo que he hecho que si hubiera ganado. Y esto es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes , en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo vale, un gesto de honradez va muy bien”.
Dicha acción será digna de traspasar como una leyenda la berrea del tiempo, como un ejemplo para las próximas generaciones de atletas, comentándoles la impresionante anécdota a los más pequeños para el mañana.