Por la falta de oportunidades, a finales de los setenta, más el conflicto armado que se veía venir en El Salvador causó la migración de compatriotas. La gran mayoría se fue a EE.UU. Otros buscaron refugio y una forma de rehacer su vida en países centroamericanos. Era 1979 cuando una mujer usuluteca llegó hasta San José. Su nombre es Cecilia Isabel Torres Villatoro.
Fue difícil para ella dejar a su familia que residía por entonces en San Miguel. Meses después de su arribo a este país nació su hijo Marco Antonio, quien a la fecha tiene 31 años.
Desde que llegó le hizo honor a la fama de los salvadoreñas, ser muy trabajadora con tal de salir adelante. 15 años han pasado desde que fue contratada en el restaurante La Granja, negocio ubicado a 200 metros al oeste de la embajada de EE.UU. Su rol es de jefa de cocina.
Si bien el restaurante es afamado por los platillos típicos como gallos (tortillas) con carne, salchichón y picadillo, tamalaes de cerdo, chorreada con natilla, los visitantes pueden ver en la cartilla del menú que se venden también pupusas. El precio en colones es de 1,850 (equivalente a los $3,70 de dólar).
Esto último fue lo que me llamó la atención al momento de pagar el almuerzo. La encargada de caja me dijo “en este negocio trabaja una salvadoreña. Es la jefa de cocina”. Pedí que la llamaran para conocer su historia.
Contó que está viviendo en San Felipe, San José, un sector superpoblado y que no olvida sus racíces y su país, además de tener ya varios años de no ver a sus hermanas Blanca Rosa y María Isidra.
Por su ritmo de vida contó que no estaba enterada que la Selecta Mayor de Fútbol estaba participando en la Copa Centroamericana pero dijo estar agradecida que su historia pueda conocerse por El Diario de Hoy. No podía dejar de tomarme una foto con ella. Le prometí volver para probar sus pupusas.