En el fútbol hay dos corrientes, los que privilegian jugar bien y los que solo le importan los resultados. Hay algunos equipos, no hace falta nombrarlos, que conjugan perfectamente esas dos filosofías porque creen que no hay mejor manera de llegar a un resultado positivo que jugando bien. Sin embargo, no siempre es así. Y si no se pueden las dos, mejor una? Y en ese sentido, es mejor ganar jugando mal que perder jugando bien.
Esta última reflexión aplica ?a modo de consuelo- para lo que ocurrió en Georgetown, donde la Selecta consiguió una victoria milagrosa. Pudo haber perdido, pudo haber empatado, pero ganó. Es parte del juego. El penal tapado por Dagoberto Portillo a Carl Cort al 93? le dio una vida extra a El Salvador, como en los video games. Hicieron un mal partido, ¿para qué negarlo? Ni siquiera el alivio que significó el pitazo final del 2-3 en Guyana pudo evitar la preocupación. Claro, el 2-2 en el Cuscatlán tampoco ayudó.
Se dispararon las alarmas, aparecieron los críticos que estaban esperando agazapados el primer contratiempo y también otros, más neutrales y genuinos, a los que simplemente no les gustó la Selecta ni las ideas tácticas de Juan De Dios Castillo. Se entiende.
La gente tiende a veces a sobrevalorar a la Selecta y a subestimar a los rivales, lo cual es un problema. Antes de Guyana, todos hablaban de goleadas, aquí y allá, sin siquiera tomarse el trabajo de analizar a un rival que demostró ser complicado desde mucho antes de aterrizar en Comalapa. Pero desde el desconocimiento, de compararlo con Islas Caimán o Surinam, llega luego la decepción o, lo que es peor, la realidad.
A decir verdad, la Selecta jugó tan mal como aquellos partidos de la fase anterior ante Domincana, Caimán y Surinam, confirmando que ante rivales más débiles, cuando tiene que ser protagonista, le cuesta brillar. Insisto, Guyana es de un nivel superior a los anteriores, pero aún así ?ganable?. La Selecta ha ganado los partidos por peso específico, pero lejos del gusto de la gente. Era así con Israel y ha sido con Juan De Dios Castillo.
También habrá que decir que jugó mal con Costa Rica en San José, pero ahí el gran resultado ?el 2-2 fue lo mejor de esa noche- nos impide recordar que también fue milagroso, con un gol a los ticos mal anulado, un tiro en los palos, varios goles increíbles fallados por los locales y un Benji Villalobos que tapó varias jugadas de peligro. Eso sí, se rescata el ímpetu para remontar un 0-2 en los primeros minutos. Para ese juego, Israel sorprendió con Isidro Gutiérrez de lateral. No era su puesto. Improvisó. Pero con un buen resultado, nadie se queja.
La diosa fortuna, tan caprichosa como siempre, se ha encargado que ningún resultado de la Selecta en esta fase termine con el marcador que se ajuste a la realidad. Repasemos. En Costa Rica mereció perder y empató, ante México era para empatar y se perdió, con Guyana en el Cuscatlán mereció ganar y empató y en Georgetown era para perder o empatar y se ganó.
Es decir, ni con Israel era un paraíso ni ahora es un infierno. Israel consiguió 1 punto de 6 posibles (ante rivales más fuertes, eso sí) y el Cuate 4 en la misma cantidad de partidos. Si nos guiáramos por las estadísticas, lo del entrenador mexicano no ha sido malo, aunque estos datos hay que tomarlos con pinzas, como todos los números en el fútbol. En sus dos primeros juegos oficiales sumó 4 puntos, mientras que Israel sólo consiguió 1 (Copa de Oro 2011, derrota vs México y empate ante Costa Rica). Es, junto a Chepo de la Torre, el único DT invicto de la Eliminatoria, aunque el Cuate solo ha dirigido 2 partidos y el resto 4.
Lo más importante es que se logró llegar con vida al partido con Costa Rica, ?la final? a la que todos apostaban y que se jugará en el Cuscatlán. De haber vencido los dos juegos a Guyana, habría bastado el empate para avanzar al hexagonal. Ahora se necesita ganar. Sería un golpe de autoridad, algo que necesita dar la Selecta y que tampoco se consiguió en la Era Israel: ganarle a un equipo en teoría más fuerte. Todas las victorias en estos últimos dos años han sido a equipos inferiores, con la única excepción del triunfo en un amistoso a Venezuela, que en esa ocasión no llevó a su equipo A por no tratarse de fecha FIFA.
Queda menos de un mes para ese partido y si el entrenador se dejara guiar por los consejos ?hay 8 millones de consejeros-, habría que cambiar todo el equipo. Y llame al que llame ?piden a Mardoqueo, a Anaya, a Marvin González-, siempre será criticado en caso de no ganar, incluso por aquellos a los que sus pedidos se le hayan cumplido. Ayudará, sin duda, que Fito Zelaya esté recuperado, y que no haya más lesiones entre los jugadores del equipo base.
Habrá que prepararse muy bien para ese partido, es una parte importante poder tener tiempo para trabajar, aunque curiosamente cada vez que hubo demasiado tiempo para preparase e incluso se tuvieron campamentos, los resultados fueron peores que nunca. Lo otro que pesará mucho es la suerte, pero para eso no se entrena.
PD: (No se rían). En sus dos primeros partidos oficiales, Juan De Dios Castillo ha tenido mejor arranque que Pep Guardiola en el Barcelona. Castillo: 4 puntos en 2 partidos. Guardiola: 1 punto en 2 partidos. ?Ah, es que los puntos se los ganó a Guyana?, dirán. Los dos primeros partidos de Pep fueron derrota ante Numancia (que ese año descendió) y empate de local ante Racing de Santander. Números?