Con el sentimiento de no ganar una medalla para El Salvador en los Juegos Bolivarianos, Frank Velásquez dio la cara por su equipo en El Desempate.
Tras la pregunta directa al jugador de la Selecta de playa de qué piensa de las críticas de algunos aficionados en cuanto a si el equipo se había ?agrandado?, hizo su reflexión.
?Sabemos que es un torneo en Sudamérica, influyó el arbitraje, pero no hay que echarle la culpa a ellos. La gente estaba acostumbrada a que ganáramos, pero algún día Dios nos iba a dar algo para que supiéramos que no íbamos a ganar un torneo. Fuimos esperanzados a ganar una medalla, fue una gran lección para que vayamos concentrados a la eliminatoria?, dijo Frank.
En cuanto al apelativo de ?fracaso? por no colgarse una medalla, detalló: ?Sí porque siempre he dicho, los seres humanos tenemos errores y en algún momento íbamos a fracasar, pero era un torneo, no un clasificatorio, y eso nos ayuda a todos los compañeros para que vayamos más metiditos (concentrados). Unos dicen que somos agrandados, pero eso no es así, a veces aquí hay envidias. Podemos tener errores y no siempre vamos a estar ganando?.
Velásquez aceptó que hasta en la página de www.beachsoccer.com el cuarto lugar de El Salvador fue una noticia inesperada.
De su reciente participación en Perú con el equipo nacional guarda una anécdota poco agradable.
Contó que mientras era sometido al examen antidoping, fue testigo de un comentario de un árbitro ecuatoriano con el presidente de Perú y eso lo disgustó.
?Nunca se me olvidará que cuando me llevaron a hacer el antidoping, los árbitros dijeron al presidente de Perú ?mira cómo dejamos a los salvadoreños?. Fue un ecuatoriano que nos pitó contra Italia (en el Mundial de Rávena). En ese momento, yo sentí un gran rencor, pero no podía hacer nada porque perjudicaba mi carrera futbolística si reclamaba. Casi lloro así como el resto de compañeros que lloraron cuando nos quedamos en la semifinal. Duelen esas palabras?.
Ese árbitro, del que se refirió Velásquez, pudo tratarse de José Cortez, quien dirigió el partido de cuartos de final en Rávena, en el partido que los salvadoreños vencieron 6-5 a Italia.