Metapán llegó con retraso al estadio Cuscatlán. Tenía previsto ingresar a las 9:00 de la mañana, pero tardó en llegar media hora el microbús que transportaba a la mayoría de jugadores.
El equipo de Edwin ?El Bochinche? Portillo llegó casi en silencio. No había afición rival y hubo bromas por ello. Nicolás Muñoz dijo: ?Tranquilos, que no les poncharán las llantas? (por el percance que tuvo la plantilla de FAS en semifinales).
El ambiente era de total tranquilidad. Quizás el único presionado era el mismo ?Bochinche?, no por el juego mismo de la final, sino porque el tiempo de préstamo del engramillado se limitaba cada vez más.
Antes de comenzar el entreno, hubo tiempo para la prensa y un par de fotos para el recuerdo. Uno de ellos fue Nico Muñoz, quien llegó acompañado de su papá, que tiene el mismo nombre. Horas después, el delantero panameño compartiría la imagen en redes sociales.
Mientras cada jugador se vestía, para comodidad de cada uno, el utilero cargaba una red llena de tacos. Parecía un Santa Claus, pero no era así. Los tiró a la grama y dejó que cada uno eligiera su par. Con los minutos hubo quienes pidieron el cambio. Paolo Suárez y hasta ?Pibe? Bautista no quedaron conformes con su primera elección.
La práctica no tuvo mucho de trabajo físico, aunque hubo trote y algunos juegos para desestresar, como hacer unos pequeños círculos y correr de un rincón a otro.
Sin sorpresas
Pero lo más importante fue el colectivo para probar al once titular. De lo visto contra Alianza, en el partido de vuelta, es la misma formación: Fidel Mondragón en la portería, una línea de cuatro zagueros: Luis Mauricio Perla, Milton Molina, Ernesto Aquino y Alfredo Pacheco. Cuatro volantes: Paolo Suárez, Héctor Mejía (quien superó una contractura muscular y no presentó resentimiento), Ramón Sánchez y el juvenil José Peraza. Los atacantes son Nicolás Muñoz y Christian Bautista.
Portillo hizo énfasis en la marca de su equipo titular y alertaba cuando rápidamente se perdía un pase.
También quiso ensayar jugadas a balón parado, como centros por los dos costados, los tiros de esquina y los penales.
En estos últimos puso a probar a todos, sin excepción. Si Metapán hubiese estado jugando la final en ese momento y en la lotería de los penales, seguro se lleva la copa. Sólo Marvin Monterrosa no pudo anotar. El portero suplente, Gustavo Corleto, le detuvo el remate que tenía dirección al ángulo superior izquierdo.
Terminada la práctica, después de casi una hora con 20 minutos, Metapán se instaló en el hotel Capital, donde está concentrado para la final.