SAN SALVADOR. Steven Purdy parece transformarse cuando sale del Portland Timbers para jugar con la Selección. Se le ve en su rostro.
La falta de minutos en su equipo es su mayor motivación para darlo todo con la Azul y Blanco.
Ayer, por el horario de su viaje en la mañana, no pudo llegar a tiempo para incorporarse a la primera práctica.
Antes aprovechó a descansar y se le vio muy animado entre el grupo a la hora del al almuerzo.
Purdy, que fue el primer legionario en llegar, llega en buena condición física, sin lesiones y con el ánimo de responder a la exigencia que pueda tener la Selecta ante Guyana.
Ayer, por la tarde, no fue posible conocer su reacción, pero es segura su participación en el once inicial el próximo viernes porque ha cumplido en los partidos amistosos y por las características del rival que en el contrataque apostará por el juego aéreo.
Su compañero de fórmula podría ser Élder Figueroa, quien sigue ensayando como defensa central ante la lesión de Turcios.