SAN SALVADOR. La Selección está con alarma por las lesiones de los dos delanteros que actuaron como titulares contra Costa Rica: Rodolfo Zelaya y Rafael Burgos.
Los dos se lesionaron casi simultáneamente, pero uno abandonó. “Fito” hizo el esfuerzo de continuar, cumplió hasta donde pudo arrastrando marcas, pero no tuvo en sus botines el gol que pudo haber cambiado la historia del cuadro nacional.
Ayer, Zelaya viajó con el grupo a Torreón, pero dejó claro que no está físicamente al 100% y que es seria duda para el partido del martes.
“No creo que pueda jugar. Mañana me hago los exámenes para ver cuál será mi recuperación. Por ahora sólo puedo hacer terapia y no arriesgar más y el profesor Juan de Dios Castillo me ha dicho que si no estoy que no juegue, pero no creo que pueda jugar el martes”, comentó a su ingreso a la terminal aérea de Comalapa esta tarde.
Zelaya no tuvo tiempo para realizarse un examen médico porque los jugadores volvieron al Albergue a las 8:00 de la mañana y dos horas después hubo entreno a puerta cerrada.
“Fito”, como el resto del grupo, dejó ver su tristeza por lo ocurrido el viernes por la noche, pero dijo que no pierde el optimismo de que El Salvador dejará todo en el campo ante “El Tri”.
“Estamos tristes, pero está la responsabilidad de hacer las cosas bien. Matemáticamente hay posibilidad, pero está muy difícil porque vamos a una cancha difícil y Costa Rica tiene a su favor que cierra en su casa, pero vamos a hacer la lucha”, detalló.
Para el delantero de Alianza y Selección, el equipo perdió más que tres puntos contra los ticos.
“El viernes nos estábamos peleando la clasificación, pero lastimosamente no se pudo y ahora a tratar de hacer un buen partido a México, el profe ha tratado de motivarnos como siempre, nos ha tratado bien, pero no pudimos sacar el resultado que queríamos”.
En cuanto a su rendimiento en el campo contra Costa Rica, agregó: “Me sentí bien al principio, pero luego vino una pequeña contractura”.
Rafa, tres semanas
Mientras Fito Zelaya aguardará hasta lo último para ver si llega a tiempo para el juego, quién sí tiró la toalla es su compañero Rafael Burgos.
El delantero del Kecskemeti de Hungría podría estar fuera de las canchas por tres semanas. Ayer se tenía un diagnóstico preliminar: una microrotura fibrilar en su aductor izquierdo.
El preparador físico de la Selecta, Carlos Villarreal, comentó que el jugador se someterá a una ultrasonografía mañana para tomar un diagnóstico exacto.
Sin embargo, Rafa dijo que el doctor “Tito” Guerrero lo revisó y le indicó que sufre de un desgarre muscular.
“Fue muy duro para mí dejar a la Selección en los primeros veinte minutos el viernes por la noche. No sabía qué tenía, pero el dolor ha sido muy fuerte. Pude ver al doctor “Tito” Guerrero y me dijo que mi lesión es un desgarre. Mínimo estaré tres semanas afuera”, comentó Rafa, quien viajará el miércoles a Hungría.