FAS ha construido su “castillo” de sueños de la mano de Alberto Castillo, y lo ha hecho a base de esfuerzo, trabajo y goles. El torneo no ha sido fácil para los tigrillos, pero por fin cortaron los pesimismos de quienes no creían en ellos, para sentarse en este último tren.
Será FAS, de los cuatro clasificados, el que más veces ha entrado a semifinales: contabilizará la vigésimo tercera. Es la cuarta consecutiva, desde el Clausura 2011, donde fue subcampeón.
Además, para “la Chochera” es una nueva oportunidad de volver a ganar un título con FAS, que no lo hace desde el Apertura 2009 y tiene sed de triunfo.
Castillo aumentará sus números, al dirigir la décima semifinal con los occidentales.
El equipo, por su parte, tuvo un arranque frío, complicado en los últimos lugares, pero recuperándose, hasta ser quinto y saltar a la cuarta posición y no cederla.
Participó en la Concachampions, donde no pudo sobresalir, lo que afectó al equipo tanto en el rendimiento y en lo anímico.
Las lesiones pesaron, pero el grupo se encontró. Despertaron Ricardo Ulloa, el máximo goleador, Gerson Mayén y su calidad ofensiva, la experiencia de Alejandro Bentos y la fortaleza de Luis Contreras, para ser el equipo menos goleado. La defensa creció.
“Estamos clasificados y vamos a planificar las semifinales. Si quieres ser cam peón, no escogemos rival”, Alberto Castillo, técnico de FAS
Fortaleza:
La defensa. Fueron el equipo menos goleado del torneo, con una zaga fina. Además, supo aprovechar la localía ya que no perdió en casa.
Debilidad:
En contraposición, la definición fue su arma menos explotada. Echó de menos un creativo y la fórmula para abrir espacios y convertir.