Rafael Burgos lamentó la lesión que padeció durante los primeros 20 minutos del juego frente a los ticos y que lo obligó a pedir cambio a tempranas horas del encuentro. Sin embargo mantiene la esperanza de un milagro para clasificar a la hexagonal, aunque eso ya no depende directamente de la Selección.
“Queda esperar un milagro en esta última fecha. Sí, logró recuperarme, que no dude la gente que lo hare de corazón”, expresó Burgos.
“Burgonya”, como le han apodado sus compañeros en su club, confesó sentirse más triste por el resultado que por la lesión. “Me pesó mucho esa derrota. Le dije a mis otros colegas que ese era el partido mas importante en mi corta carrera lo esperaba con muchas ganas y ansias… confio en Dios y consideró que él me libró de algo peor que podría pasar, por ese lado estoy tranquilo”, manifestó el ariete nacional.
“Sufrí un tirón en una jugada donde salí a cubrir para que no pateara y salte y estire la pierna y senti como una jalon una contracción del músculo”, explicó el delantero de la Selección Nacional y del Kecskemétite de Hungría.
Mañana, previó al vuelo hacía la Ciudad de Torreón, México, será sometido a un chequeo médico que evaluará si hay necesidad o no para realizar una ultrasonografía.