¿Qué pasó con… “Perica” Benítez?

No tenía gran estatura, pero supo compensarlo con velocidad y mucha entrega en el fútbol, él es Marvin Benítez

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¿Qué pasó con... "Perica" Benítez?

Por Texto: Víctor Zelada Uceda. Fotos: Archivo EDH

2012-11-12 5:50:28

Quiénes viven en San Miguel y transitan por la ruta militar habrán notado que en la esquina opuesta al ITCA hay un negocio de venta de vehículos bajo el nombre “Auto-Lote Benítez”. Ese es el negocio propio que hoy tiene Marvin Reynaldo Benítez, quien fue conocido en el fútbol local como “La Perica”.

Lanzarse a este mundo de las ventas nunca fue fácil. Cuando aún era futbolista activo y los torneos paraban se aventuró a viajar a Estados Unidos para comprar carros y conducirlos hasta El Salvador.

“Hubo un campeonato que estaba jugando en la Segunda División con Liberal de Quelepa y me dediqué a este negocio. Quien me ayudó a decidirme fue el señor Arquímides Mendoza porque me invitó, me compré dos carros y me los traje manejando. Hice como ocho viajes en total. Todo lo hice legalmente porque tenía visa y por eso nunca tuve problemas para importarlos”, contó Marvin sobre el origen del negocio.

Tres años han pasado desde que dejó de jugar profesionalmente, pero cuando es identificado por las cales, recuerda que muchos tienen un buen concepto de él. “Me asombra que lo que puse en la cancha no se olvida en la gente. A mi edad (38 años) mucha gente dice admirarme por la entrega que veían en mí cuando jugaba y dicen que ya no se ven carrileros como yo, que tenían entrega y sacrificio. Lo que te puedo decir es que no me guardaba nada y creo que si volviera a nacer siempre me gustaría hacerlo como carrilero derecho porque en ese puesto se puede sobresalir si tienes velocidad”, apuntó.

Aunque le dedica tiempo completo a la vida de negocios en busca de que se amplíe su auto-lote, Benítez es franco que el fútbol no se olvida fácilmente. Por eso, a inicios de este año, estuvo dirigiendo al Dragón de Segunda.

“Cuando llega el momento del retiro, sea por edad o lesiones, piensas qué puedo aportar después. Yo opté por ser técnico. Dos equipos me han dado esa oportunidad. Mi primera experiencia la tuve con Liberal, equipo donde me retiré. Pude dirigirlo dos años (2010-2011). Cuando fui separado, el presidente del Dragón, Carlos Meza, me pidió que dirigiera su equipo por un año (2011-2012). En el primer torneo de ese año lo clasifiqué a semifinales, pero luego renuncié por lo económico y porque necesitaba tiempo en mi negocio. En los primeros meses de este 2012 fue que dejé de entrenar, pero sigo pensando que en cualquier momento puedo volver”.

Pueden pasar los años y sobra quiénes prefieren llamarlo por su apodo antes que su nombre. Esto tiene su historia. “Muchos me dicen “Perica”, pero quiero contarte que mi apodo original es “Perico”. Un señor que no recuerdo su nombre en San Carlos (equipo de ADFA) me lo puso, pero el periodista de YSKL Alirio Mena tuvo la idea de deformarlo y a él le pareció gracioso decirme por radio “La Perica” porque cuando corría con el balón narraba “este cipote vuela, es una Perica”. Si me preguntas, no me molesta que digan “Perica” y no “Perico”. El apodo me dio mucha identidad”, comentó.

De su etapa de jugador, Marvin tiene muchos recuerdos. Asegura que un jugador con quien tenía duelos era Deris Umanzor. Fuera del campo eran amigos, en parte porque coincidieron en Limeño y Águila.

Pero cuando fueron rivales, cuenta cómo vivían esos encuentros. “Cada quien ponía lo mejor de sí. Él como carrilero izquierdo y yo como derecho. La gente que iba a los estadios veía que nuestros duelos eran parejos, de ida y vuelta. Los dos nos barríamos y nunca dábamos un balón por perdido. En ofensiva cada uno sabía filtrar buenos pases al área”.

Por su puesto en el campo asegura que no marcó muchos goles. Es más, hizo nueve en total en Primera División.

Mientras jugó tiene el sentimiento de que nunca pudo salir campeón. Con Limeño llegó a dos finales y una con Águila. En todas se quedó del bando perdedor.

“Hubiese sido algo muy especial saber qué se siente salir campeón. Limeño fue una etapa grande porque nadie lo daba como favorito y se metió a dos finales, pero Águila era muy fuerte y nos derrotó en ambas. El fútbol me pudo dar una revancha cuando pasé por Águila. Tenía buenos compañeros ( Juan José Gómez, Luis Almada, Jorge Rodríguez, Néstor Morales, Darío Larrosa), pero apareció FAS”.

QUÉ HIZO?

En 1994 Limeño compró sus papeles al San Carlos de la ADFA San Miguel para incluirlo en el equipo reserva, tras recibir la invitación de los jugadores Fermín García Castillo y Omar Sevilla. Debutó en el equipo mayor dos años después, gracias a Víctor Coreas.

Vivió dos años en EE.UU., pero terminó regresando con Limeño (1998-2001). En esa segunda etapa con los cucheros disputó dos finales, pero las perdió contra Águila (Apertura 1999 y Apertura 2000).

Entre 2002 a 2003 probó suerte con Atlético Balboa. Para el Apertura 2003 aterrizó en las filas de los negronaranja que era dirigido por el argentino Hugo Coria. Ese torneo volvió a conformarse con un tercer subcampeonato porque perdió contra FAS. En Águila también tuvo de técnicos a Julio César “Pocho” Cortez, Jorge García, “Primitivo” Maradiaga y Saúl Molina.

En el Apertura 2005 fue fichado por Alianza que sufrió un cambio dirigencial. Su último equipo fue otra vez Águila en el Clausura 2008. Su último juego fue en la fecha 17 contra Metapán (3-1 en contra). Atrás quedaron sus recuerdos también con Selección, donde jugó 7 años.