Cómo duele una derrota así. Por la afición, más de 29 mil salvadoreños alentando en un Cuscatlán que se vistió de gala. Y porque la Selecta le jugó bien al gigante de Concacaf, no hubo gran diferencia entre ambos equipos, a pesar de que solo “Chicharito” Hernández gana más plata en el Manchester United que todos los seleccionados salvadoreños.
El Salvador le hizo un partido competitivo y parejo a México, pero no alcanzó y el marcador final dice 2-1 a favor de la visita, que regresa a D.F. como líder del Grupo B porque supo aprovechar dos errores, dos pestañazos de una Selecta que ha sacado un punto de seis posibles en sus dos primeros partidos.
Faltan cuatro juegos y la hexagonal, por supuesto, aún es posible. Brasil 2014 también. Tocará esperar hasta septiembre para ver cómo levanta cabeza esta Azul de Ruben Israel en la serie ante Guyana.
Apuestas claras
Equipo que saca un punto de visita no se cambia. Israel mandó al Cuscatlán al mismo grupo titular que fue capaz de extraer el 2-2 de San José, con el mismo esquema de 4-4-1-1.
Benji, ya consolidado en el arco; cuatro zagueros: Pacheco, Purdy, Turcios y Xavi; Dennis junto a Ramón para recuperar; Jaime Alas e Isidro Gutiérrez para hacer daño por los costados; Osael Romero para armar y Rafa Burgos para pelearlas todas arriba.
Del otro lado, “Chepo” De la Torre no anduvo con inventos, como sí hizo frente a Guyana al variar a línea de tres, y se refugió en su 4-4-2 habitual: Corona en el arco; Nilo, Moreno, “Maza” Rodríguez y Meza al fondo; Salcido y Zavala para recuperar y Guardado con Barrera para crear en los extremos; Gio Dos Santos como nexo ofensivo suelto y “Chicharito” como lanza.
La Selecta hizo gozar a la afición con 11 minutos de dominio, toques y verticalidad. México dio un paso atrás ante un El Salvador que salió decidido, y así llegó el primer intento de Isidro por derecha, un córner a nuestro favor gracias a un tenso Salcido, y un tiro libre de Dennis Alas, bombazo que atrapó Corona.
El problema fue que, pasados ya los 12 minutos, México se hizo del balón. Se lo quitó a la Azul y empezó a tocar, aunque con mucha precaución: el 19º del ránking FIFA no lograba pasar del mediocampo de la 55ª selección del mismo escalafón. La tenía, pero no encontraba por dónde.
Aparecieron dos indivualidades por bando, como pinceladas para poner color en un cuadro futbolístico que era gris. Jaime se inventó un autopase al 17? que terminó en un centro apagado por la zaga azteca, y al 20?, Barrera hizo una cabalgada individual, mucho más profunda, que fue frustrada por la barrida salvadora de Víctor Turcios.
Cinco minutos después, El Salvador volvió a despertar en una jugada de Osael, donde Jaime entró al área, pero acabó en nada, y al 28? llegó la jugada más clara hasta entonces, una gran subida personal de Romero, que le dejó un bombón en el área a Ramón Sánchez, pero el contención no le pegó fuerte con la zurda y Corona atrapó fácil.
Llegó el minuto 31 y “Chepo” De la Torre decidió quitarse el saco y empezar a dar órdenes. México no se encontraba y los salvadoreños empezaban a subir de tono su propuesta, mientras los estandartes mexicanos no aparecían por ningún lado.
Turcios y Purdy, recios y seguros al fondo, imponían respeto a Dos Santos y “Chicharito”; Guardado era un fantasma y lo de Barrera seguía siendo lo mejor que tenía la visita, como en un disparo que le salió suave al 41?, menos mal.
La última del primer tiempo fue otra llegada profunda de El Salvador, en una acción en la que Isidro logró quitarle el balón al meta Corona, pero no tuvo calma para acompañarse bien y sacarle jugo a la acción.
El referí hondureño Benigno Pineda pitó el final de una etapa inicial bastante equilibrada, donde México no se había encontrado ante un El Salvador que no se dedicó a dar patadas, sino a jugar al fútbol, algo que quizá los aztecas no esperaban.
La especialidad mexicana de hacer daño por los extremos no había funcionado ante la velocidad en los cierres de Pacheco, Xavier e Isidro, cada quien por su lado. Esos primeros 45? se fueron con la sensación de que la Selecta estaba para más, ante un México un tanto desconcertado.
Dolor, alegría, agonía
La Selecta salió a comerse a México en el segundo tiempo, en un calco del vamos de la primera etapa. Los aztecas no se hallaban. Comenzaban a desesperarse. Al 52?, “Chicharito” le pegó una patada a Purdy, quizá frustrado porque el de Timbers no lo dejó jugar a gusto jamás. Jamás.
Y al 57? llegó la primera acción que definiría el partido, porque Barrera perdió por enésima vez en el duelo ante Pacheco y, frustrado, le dio un codazo sin pelota al de Metapán, pero ni el asistente ni Pineda dijeron ni pío. Debió ser roja y México debió jugar con 10 desde ese minuto. Nada.
Para peor, apenas tres minutos después, la zona baja salvadoreña tuvo el único error al salir en línea, García se quedó clavado, y por eso el pase del “Maza”, cómodo y tranquilo desde el fondo, llegó limpio y sin marca para Zavala, y el de Monterrey cruzó a placer a Villalobos para el 0-1.
El Cuscatlán enmudeció. Era un golpe duro, pero luego revivió con el “¡Sí se puede!”, curiosamente de origen mexicano, y sí, se pudo.
Al 64?, Sánchez obligó a una mano del “Maza” cerca de la media luna del área azteca. Al cobro llegó Pacheco, y se desquitó el codazo de Barrera de la mejor manera, con un cobro a un lado de la ídem y pegadito al poste derecho de Corona, que se quedó hecho una estatua. Fue el 1-1 y el Cuscatlán estalló en un azul y blanco que se llenó de fe.
El partido pasó a los comandos técnicos. Era fútbol, pero también ajedrez: Cualquier mínimo desbalance en el dibujo táctico podía traer nefastas consecuencias.
Israel sacó a Burgos y puso a Lester Blanco al 68?, para mantener a un hombre en punta y oxigenar; “Chepo” contestó con Ángel Reyna en el campo, en lugar de Gio, para dar más cerebro y menos velocidad a su mediocampo.
El juego siguió su trámite en un terreno trabado, de dientes apretados y que bajaba hacia un empate que parecía sinónimo de justicia, quizá, para ambos bandos.
Y llegó ese fatídico minuto 81, en otro pequeño detalle que terminó desnivelando el juego, el resultado, la noche, la fiesta que no pudo ser.
Isidro fue al cuerpo a cuerpo contra Torres Nilo y el referí vio falta donde jamás la hubo. Tiro libre para México, desde la izquierda, peligrosamente cerca del marco de Villalobos.
Lo cobran, se hace un nudo en el área, “Maza” Rodríguez logra extender de taco, parece, pero no es fuera de juego, entran dos mexicanos habilitados, el balón rebota en el pecho de Benji y Moreno termina poniendo la cabeza. Gol.
Cheyo ya estaba en la cancha, desde el 80?, pero ni el 10 que la mayoría pedía como titular pudo hacer un milagro en tan poco tiempo.
México no fue más, pero sí nos superó en el marcador. Sacó oro de un Cuscatlán del que se fue llorando en 1993 y en 2009. No le fue fácil. El Salvador luchó con carácter. ¿Alcanzará para ir al hexagonal?