La realidad de nuestros estadios

El Diario de Hoy presenta la primera parte de una entrega fotográfica especial sobre el estado de los escenarios de Primera División. Se remarca lo bueno, malo y feo.

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??lex Erazo celebra su gol ante el 11 Municipal.

Por EDH Deportes

2012-07-02 1:06:58

SAN SALVADOR. Durante varias semanas, el equipo de fotografía de El Diario de Hoy se dio a la tarea de capturar imágenes detalladas de los nueve estadios que albergan partidos de Primera División en El Salvador.

Desde el Coloso de Monserrat, el estadio número uno de nuestro país, pasando por el Calero Suárez de Metapán hasta el Barraza migueleño, los lentes de EDH captaron la realidad de los inmuebles que alojan la pasión del deporte rey cuscatleco.

Hay de todo. Detalles para aplaudir y escenas para llorar. Desde camerinos en excelente estado como albergar partidos internacionales en el estadio Cuscatlán; hasta servicios sanitarios de espanto, como los del Simeón Magaña.

En general, hay una tendencia en todos los escenarios deportivos: hay grandes esfuerzos de la dirigencia de los equipos por mantenerlos en buen estado, pero a su vez hay errores garrafales en elementos básicos, que sin duda abonan para alejar a los aficionados en cada jornada.

En esta primera entrega, recorremos el Cuscatlán, Barraza y el Quiteño. La próxima semana, en la entrega final, se publicarán fotos de los restantes escenarios.

EL CUSCATLÁN

El estadio Cuscatlán es, de lejos, el mejor estadio de El Salvador. Inaugurado el 24 de julio de 1976, ha sido la casa de las selecciones nacionales desde entonces, y además es la sede para los equipos Alianza FC y Atlético Marte.

Su aforo puede alcanzar más de 54 mil personas, pero las medidas de seguridad que exigen FIFA disminuye esta capacidad a 32 mil personas.

El Cuscatlán es propiedad privada y pertenece a Estadios Deportivos de El Salvador (EDESSA). Tiene 15 puntos de ingreso al estadio, así como 10 taquillas para las distintas localidades, que son: Platea, Tribuna, Sombra, Sol Preferente y Sol General, el sector popular, mejor conocido como “Vietnam”.

La cancha del “Cusca” mide 107 ?? 68.5 metros, tiene sistema de riego y drenaje francés.

El inmueble ha pasado por dos remodelaciones importantes, en 1997 y 2007; en esta última, se incluyó un sistema de sonido Dolby Digital y una pantalla gigante de 50 metros cuadrados.

Cuenta con 16 cabinas para radio y televisión. Pero lamentablemente no tiene palco para prensa escrita ni una sala de conferencias acorde a los partidos internacionales que se juegan allí. Parqueo: más de 8 mil vehículos.

JUAN FRANCISCO BARRAZA

La alcaldía ha hecho mejoras en los camerinos, no en la iluminación. Tres puertas hacia la cancha son insuficientes en una emergencia.

Este estadio migueleño, fundado en 1963, tiene capacidad para 12 mil espectadores. Sólo tiene gradas en los sectores poniente y norte, además de las sillas metálicas del costado oriente.

La alcaldía administra el estadio a través de la Asociación Atlético Negronaranja y son dos empleados los que trabajan en su mantenimiento.

Desde 1997, el estadio cuenta con iluminación artificial para albergar juegos nocturnos. La luz no es la mejor y por eso no ha recibido el aval de Uncaf.

Los equipos tienen amplios camerinos que no están siempre aseados. Los árbitros tienen un camerino reducido abajo que podría ampliarse pero el cuarto que está a la par es utilizado como bodega de utilería.

Los banquillos de los equipos están techados pero cuando arrecia una tormenta se producen charcos por el mal drenaje del escenario.

En cuanto a la seguridad, sólo hay tres accesos internos a la cancha (uno frente a platea), los que no son del todo suficientes en caso de un terremoto. Afuera del estadio hay piedras que podrían usar las barras en una trifulca.

Lo positivo es el amplio parqueo en el costado sur.

ÓSCAR QUITE??O

El estadio santaneco es la casa de Club Deportivo FAS. Le hacen mejoras para albergar juegos de Concachampions.

SAN SALVADOR. La casa del 17 veces campeón nacional, FAS, el estadio Óscar Alberto Quiteño, fue inaugurado el 3 de febrero de 1963. En 1977, recibió su nombre actual cuando falleció el guardameta del equipo tigrillo, Quiteño, durante un partido con el Orión de Costa Rica, tras chocar su cabeza contra el poste de la portería norte.

El Quiteño tiene un aforo máximo de 15 mil personas, aunque con las medidas de seguridad debidas, solo le caben 12 mil aficionados.

Tiene ocho taquillas (una en tribuna, dos en sombra, cuatro en sol y una más en este sector para la visita); así como nueve ingresos al estadio:uno en tribuna, tres en sombra y cinco en sol.

En estos momentos, el estadio pasa por distintas mejoras por parte de la dueña del inmueble, la Alcaldía de Santa Ana, para pasar el filtro de la Concacaf, y poder albergar juegos de Concachampions.

Uno de los puntos flacos del estadio ha sido la iluminación, pero están instalando 40 fanales en cada una de las cuatro torres, para lograr una potencia de 240,000 watts de iluminación. Tienen parquero para 300 vehículos y construyen cuatro cabinas para medios de comunicación.