La revancha de Gil Mosquera

El colombiano ingresó en el segundo tiempo y le dio el triunfo a Marte

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Mosquera volvió con gol para el Marte. 

/ Foto Por Archivo

Por Gustavo Flores

2012-07-15 8:59:42

SAN SALVADOR. El fútbol da revancha. Siempre. Esta tarde fue el turno de un delantero colombiano. Estuvo a punto de dejar de jugar, venía de una larga inactividad, parecía que nadie lo tenía en cuenta…

Pero recaló en Marte, “Chiquilín” García lo hizo jugar los últimos 23 minutos y el delantero le dio el agónico triunfo a Marte con un cabezazo en el minuto final. La revancha en el fútbol tuvo ayer nombre y apellido: Christian Gil Mosquera, dueño de un pasado con altibajos y hoy con presente feliz.

Marte hizo las cosas para ganar antes pero Firpo había encontrado el empate en ese amigo fiel de las redes que es Anel Canales. Un cabezazo suyo estuvo a punto de tirar por la borda todo lo bueno que había puesto en práctica el equipo marciano, un conjunto de presupuesto bajo, sin grandes figuras pero que hace del orden y de la voluntad una marca registrada. Ayer había hecho muchos más méritos que Marte para ganar.

Todo marciano

En el primer tiempo se vio la mejor imagen de Marte y la peor de Firpo. De un lado, un equipo equilibrado, firme en defensa y con buena salida por las bandas, sobre todo con Hugo Montes desde el lado derecho. Erick Molina ponía la pausa como un veterano de mil batallas, aunque recién empiece en Primera, y Gilberto Baires le ganaba de continuo las espaldas a los volantes pamperos para ser el generador de las mejores jugadas de los dirigidos por “Chiquilín” García.

Marte ganó pero sufrió. Y algo tuvo que ver la efectividad de su delantero frente al marco rival. Pocas veces un jugador tiene cinco chances netas de gol en un 90 minutos. Fue el caso del jamaiquino Garrick Gordon ayer. De esas cinco convirtió una, otra pegó en el travesaño y las tres restantes las dilapidó: una se fue a las nubes, la otra la tapó Dago Portillo en un mano a mano y la última, en el segundo tiempo, no pudo definir ante la barrida de Xavi García.

Firpo mostró poco. Deberá mejorar mucho y trabajar bastante Kiko Henríquez si pretende ser uno de los animadores del torneo. Y ayer pareció extrañar demasiado a su jugador desequilibrante de los últimos tiempos, Jaime Alas. Su hermano Dennis fue de los únicos que se salvó ayer de la crítica en un equipo sin ideas, sin presión y, hasta por momentos, con una apatía llamativa.

Eso sí, el árbitro Elmer Martínez lo perjudicó notablemente en algunas acciones, una de ellas con un gol legítimo en el primer tiempo, que anuló por un supuesto empujón que nadie vio.

Variantes y reacción

Pero lo cierto es que Firpo jugó un mal primer tiempo y su técnico lo intentó cambiar a base de variantes. Tan mal se vio en esa primera etapa que Dago Portillo aprovechó una interrupción en el juego (golpe a Gordon) para ir a reunir a sus compañeros en la mitad del campo, arengarlos y pedirles mayor compromiso. Ingresaron Jorge Sánchez, Marvin Ramos y el Rapado Ayala en la segunda mitad para buscar torcer el rumbo y cambiaron algo de la pálida imagen manuda. Hubo mayor verticalidad y así llegaron las jugadas de riesgo de un equipo, incluido el gol de Anel Canales, jugada donde mucho tuvo que ver Ayala. El Rapado peleó una pelota al borde de la línea de fondo y metió el cabezazo ante la apresurada salida de Diego Cuéllar para que el panameño defina sin portero.

Inclusive el gol pareció animar a los pamperos que tuvieron otra clara con un tiro libre “made in” Dennis Alas. Diego Cuellar se recompuso de su error en el gol y mandó la pelota al corner.

Todo estaba encaminado al empate final cuando Marte encontró la fórmula desde el banquillo y aprovechando una desconcentración del fondo firpense. Dos de los ingresados en el segundo tiempo le terminaron dando la razón a Chiqulín García y la victoria al Marte. Víctor Merino Dubon puso un centro exacto para la cabeza de Christian Gil Mosquera, sólo ante un indefenso Dago Portillo.

El ingreso en el 67?, gol en el 91?, la victoria final, el abrazo al técnico García y el agradecimiento a Dios con los brazos al cielo. Gil Mosquera sabe lo que es sufrir en la vida y en el fútbol. Y también sabe lo que es gozar. Hoy fue el día de su revancha personal. Y Marte se lo agradece.

 

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