SAN MIGUEL. Mientras todos esperaban que los emplumados regresaran al estadio Barraza, estos volvieron a entrenar en la cancha Quelepa, donde lo han realizado toda esta semana.
El hermetismo que ha guardado el equipo es para que el conjunto se sienta liberado de la presión, tras el resultado del sábado, que los manda a Metapán obligados por la victoria.
De parte del plantel se maneja la versión que el estadio no había sido cedido para los entrenamientos, pero eso fue descartado, además, porque la reserva ha estado entrenando en este escenario.
Sobre el equipo, algunos miembros del cuerpo técnico han confirmado que en el plantel todos los jugadores se encuentran en buen estado físico.
Isidro Gutiérrez, quien venía arrastrando una lesión muscular en la pierna derecha, ya se encuentra trabajando con normalidad con el resto de jugadores.
La confianza en que podrán sacar un buen resultado de Metapán contagia a todos los jugadores, cuerpo técnico y directiva. Al interior del plantel está la franqueza de que sacar una victoria del Calero Suárez es complicado, pero no imposible.
Se desconoce si habrá variantes en el equipo titular para la visita a la cancha metapaneca.
En la mañana del jueves, el equipo realizará la última práctica en San Miguel y por la tarde estaría viajando a San Salvador, donde pasará la noche para viajar temprano el sábado rumbo a Metapán.
Para pasar a la final, Águila está obligado a ganar por diferencia de dos goles. El triunfo por un gol, un empate o la derrota, lo dejan fuera de la gran fiesta.