No porque tengan especial simpatía con el equipo albo sino por conveniencia. Un nuevo título de Metapán podría ser desestabilizador para los planes venideros. ¿Por qué? ¿Cómo? Veamos…
Es un secreto a voces que la Fesfut ya ha escogido a Alberto Agustín Castillo como próximo seleccionador. De no mediar nada raro, hasta podrían anunciarlo oficialmente esta semana. No es una mala opción, al contrario: el peruano ha probado su capacidad, conoce el medio como pocos y los futbolistas le respetan como a un padre. Pero si Metapán vuelve a ser campeón, también es cierto que será difícil explicarles a los salvadoreños la razón por la que Edwin Portillo, el entrenador más exitoso de los torneos cortos ?serían 7 títulos en 6 años-, no se le da una oportunidad.
Por eso, si Metapán pierde la final ante Alianza ?y si además Portillo hace unos de sus habituales berrinches-, el clamor popular no sería tan sonoro. Bochinche no goza con demasiados adeptos dentro de la junta directiva de la Fesfut. Le reconocen, eso sí, cierto mérito por su trabajo en el equipo calero, pero no lo ven con la imagen adecuada para dirigir a la Selección Nacional. Siempre es el plan F o G, es decir la sexta o séptima opción.
Con Edwin Portillo nuevamente campeón, la llegada de Alberto Castillo a la Selecta agitaría aún más las aguas. No faltará quien recuerde que Chochera lleva 7 años sin ganar un título (el último fue el Clasura 2005, con FAS). Su identificación con FAS ?aunque también haya dirigido Limeño, Chalatenango, Águila y Firpo- podría ser un factor disociador. No me imagino a la afición de Alianza recibir con euforia la noticia del nuevo seleccionador. De hecho, a diferencia de los últimos entrenadores extranjeros ?Israel y el Cuate Castillo-, donde la gente no tenía preconceptos y esperó los primeros partidos para luego formarse una opinión, sospecho que con Chochera las divisiones empezarán desde el mismo día de su presentación. Tendrá adherentes y detractores incluso antes de dar la primera lista de convocados.
Un hipotético nombramiento de Portillo como seleccionador, en cambio, evitaría ese tipo de conflictos. Por venir de un equipo con poco arraigo popular, no tendría demasiados fieles incondicionales, pero tampoco excesiva oposición. Metapán, en general, es un equipo que despierta admiración y/o simpatía para el espectador neutral. Pero todo está dado para que esta vez sea Alberto Castillo, lo cual, lo digo desde ahora, no me parece una mala decisión, aunque podría tener ciertos efectos colaterales.
Chochera, que pedía una oportunidad en la Selecta en el año 2005, después de su quinto y último título en FAS, lo conseguirá finalmente 7 años después. Quizás el tiempo de Edwin Portillo aún no llegó, quizás todavía le faltan 7 años más. ¿Será en 2019?