Literalmente, si no me dicen “es un ecuatoriano”, no lo creo. Su forma de hablar y con su camiseta blanca de la barra “Afición Cuzcatleca LA” se confundía entre los compatriotas que le dieron la bienvenida a la Selecta hasta el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y que siguieron al equipo hasta su hotel de concentración en Torrence.
Si hay una explicación de por qué este sudamericano tiene pasión por la Azul era de rigor escuchar su historia. Hace 15 años se casó con una migueleña, Xiomara. Fue allí donde comenzó un cariño especial por El Salvador. El ecuatoriano Miguel Egüez confirmó su identidad por nuestro país cuando su selección disputó un partido amistoso contra la Selecta el 27 de mayo de 2009 en el Coliseo Memorial. En aquella ocasión, el equipo dirigido por Carlos De los Ciobos ganó 3-1 con doblete de Osael Romero y uno de Rudis Corrales.
Más allá de que le gustara o no el fútbol de El Salvador, Egüez confesó que le llamó mucgho la atención cómo los salvadoreños ponían ambiente en el estadio al ritmo de los bombos y que sabían cómo hacer fiesta en las gradas e infundirle así calor a los jugadores.
“Estoy casado con una salvadoreña y llegué a querer a su gente por lo bella que es. Vi un partido de Ecuador y El Salvador vi a los muchachos tocando y me gustó el sonidito y cómo animaban y después los volví a ver en el desfile del salvadoreño y eso fue todo, algo mágico donde me propuse estar con ellos totalmente”, explicó Egüez.
Con la Afición Cuzcatleca LA tiene ya un año de haberse creado. En poco tiempo pasaron de ser sólo once miembros a tener 36 que suele aumentar en número por los que se suman como colaboradores. “Al principio fue difícil porque los fondos los hemos sacado de nuestros bolsillos, le ponemos ganas y amor por supuesto pero lastimosamente no podemos salir del país. Queremos organizarlos localmente y queremos que nos ayuden auspiciantes para tener más fondos. Nos estamos dando a conocer por las redes sociales y porque tenemos camisas que nos identifican. El sábado allí estaremos con la Selecta”, apuntó.
Como Mario Egüez hay muchos que no necesitaron nacer en el Pulgarcito de América para ser más salvadoreños que muchos.