SAN SALVADOR. Era el 27 de enero de 1990 y parecía un día normal, los últimos disparos de la “ofensiva final” se dejaban escuchar a lo lejos, mientras en una sala de partos del Hospital de Haternidad del ISSS “1ro. de Mayo” venía al mundo un niño que vendría a cambiar los corazones de la familia en la que nacía: es la historia de José Roberto Sosa Melgar.
Pepe Sosa nació con el padecimiento genético más común en el campo de la deficiencia mental, el Síndrome de Down (Trisonomía en el par 21 de cromosomas), antiguamente llamado Mongolismo. “Nos fue llamando la atención que casi no lloraba y no molestaba. Fue una amiga de la familia, la señora Delmy de Alvarenga, la que nos manifestó que el niño iba a necesitar estimulación temprana, y fue así que buscamos ayuda en el Instituto Salvadoreño de Rehabilitación de Inválidos (ISRI), en donde nos atendieron muy bien, y en donde comenzó un proceso muy largo”, cuenta hoy el padre de Pepe, don Jorge.
En un círculo familiar lleno de amor, Pepe fue creciendo y avanzando en su desarrollo y bajo los controles médicos del caso fue teniendo avances motores en su cuerpo.
Hoy en día y con 22 años, Pepe Sosa se ha convertido en un atleta especial en los deportes fútbol, natación y el que más práctica, la halterofilia o levantamiento de pesas, en el INDES, bajo la supervisión de su entrenador Carlos Ábrego, quien con mucha paciencia y sobre todo mucho cariño lo entrena en este duro deporte.
En el fútbol manifiesta irle al Real Madrid, viste el uniforme de Cristiano Ronaldo y es integrante de la selección de fútbol de su escuela. También ha participado en competencias de natación y cabe mencionar que aprendió a nadar a los tres años de edad. Su máximo logro ha sido estar en las olimpiadas especiales del 2005, en levantamiento de pesas, y su más reciente evento fue el Torneo Nacional de Escuelas Especiales este año.
“Pepe es un excelente atleta, muy disciplinado y obediente. Se entrega de lleno a los entrenamientos y pone todo el esfuerzo posible por superarse. Actualmente levanta en sentadilla 224 libras, en presss de banca (pecho) hace 198 libras y en peso muerto más de 200. Hasta el momento ha ganado 30 medallas en las diferentes competencias en las que ha participado”, explica Ábrego, el “profe Charly”, como es conocido en el gimnasio del Palacio de los Deportes.
Pero la vida de Pepe no solo es deporte: también estudia en la Escuela Especial El Progreso, en el turno matutino y por la tarde trabaja en un restaurante de comida rápida de la Zona Rosa, labores que realiza desde mayo del 2011, en donde es muy apreciado por sus compañeros y jefes.
Pepe se ha criado en una familia de cinco hermanos y sus padres, Ana Leticia Melgar de Sosa y Jorge Humberto Sosa, en donde lo menos que le ha faltado es el amor y la comprensión en las diferentes actividades que el joven desarrolla, tanto así, que es su padre el que lo anda trasladando a todos lados en una moto “Vespa”.
“Para la sociedad es difícil adaptarse a las personas con síndrome de down, sin embargo para Pepe ha sido fácil adaptarse a ellos”, manifiesta su padre, mientras lo espera en las afueras del gimnasio donde se entrena, pues a “través del deporte ha podido vencer muchos obstáculos y superar adversidades en la vida y para nosotros su familia ha sido un gran reto que hemos podido vencer”.
José Sosa es muy metódico y disciplinado, es de los que desde una noche anterior le gusta dejar su uniforme de escuela listo, los zapatos bien lustrados y por supuesto su mochila con la ropa de entrenamiento; le gusta siempre vestir su uniforme de trabajo muy planchado y según su padre es de los primeros que se levanta en casa. Un ejemplo.
“Le damos gracias a Dios por las oportunidades lindas que nos ha permitido junto a Pepe”, nos dice don Jorge , “pues es un orgullo que una persona con este problema sea muy respetuoso y muy pacífico. Hago un llamado a la sociedad que no veamos a estos niños y jóvenes con lástima o desprecio, pues ellos como todos se merecen el respeto total y aconsejo las personas que tienen en su familia a personas con este problema que busque ayuda profesional para su atención médica y sobre todo su esparcimiento en cualquier rama deportiva”.