Tigre empató 1-1 con Millonarios en Colombia y se clasificó a las finales de la Copa Sudamericana 2012, en las que enfrentará a Sao Paulo, de Brasil. Mariano Echeverría anotó para el equipo argentino.
Jorge Perlaza estableció la igualdad para los colombianos sobre la hora. Luego del empate sin goles en Victoria, el conjunto argentino aprovechó la condición de valor doble para los tantos en calidad de visitante y así dejó en el camino a Millonarios.
Luego de la ida en Victoria, en la que Millonarios había sido superior con un juego preciso a ras del piso y las mejores ocasiones; el viaje a la altura de Bogotá parecía muy complicado.
Sin embargo, los dirigidos por Néstor Gorosito salieron a atacar, en los primeros minutos tuvieron tres aproximaciones interesantes, y, con presión en el mediocampo y seguridad en la defensa, desconcertó a su rival.
Millonarios pasó el primer tiempo centralizando el juego, con choques permanentes con la última línea de Tigre en la que sobresalió el trabajo de Lucas Orban.
Los locales solamente llegaron por un error del arquero de Tigre Damián Albil, quien a los 10 minutos se equivocó en una salida con los pies, la pelota pegó en Wilberto Cosme y se fue al lado del palo derecho.
Tigre tuvo la más clara a los 34 minutos, tras un tiro libre de Rubén Botta, su mejor jugador, y el cabezazo de pique al piso de Ezequiel Maggiolo que el arquero Luis Delgado despejó en el ángulo derecho.
Se fueron al descanso con una mejor imagen del equipo argentino, que tuvo un planteo inteligente y mereció la ventaja.
El lateral Lewis Ochoa se escapó por la derecha se escapó por la derecha, ingresó al área y habilitó a Mayer Candelo, quien definió con displicencia y Norberto Paparatto salvó en la línea del arco.
Luego de esa jugada, el árbitro uruguayo Darío Ubriaco cometió un grave error al no expulsar al mediocampista colombiano Juan Ortiz por una criminal infracción sobre Botta. Gastón Díaz envió un tiro libre frontal, Maggiolo la bajó de cabeza y Echeverría definió abajo contra el poste derecho para silenciar El Campín bogotano.
Hasta el tiempo de descuento, Tigre fue una muralla en defensa, sin sufrimiento contra un oponente sin ideas apurado por su público.
De todas maneras, para agregar una pizca de dramatismo a la situación, a los 46 llegó el empate inmerecido de Millonarios, a través de Perlaza, con un remate bajo.
Los minutos finales fueron a puro centro contra el área de Albil. Tigre, que ascendió en el 2007 y logró tres subcampeonatos argentinos, logró el pasaje con total autoridad.