5:00 a.m. del martes. Un grupo de jóvenes está en la playa El Tunco entrenando. Se preparan para el Centroamericano Surfing Games, que se disputará en Champerico, Guatemala.
A diferencia de los atletas de Costa Rica (campeones el año pasado por delante de los nacionales), o de los chapines, los salvadoreños tienen que preocuparse también por cómo harán para viajar.
No hay dinero. Esa ha sido la respuesta constante del gobierno central a través del Instituto Nacional de los Deportes, el encargado de velar por el desarrollo del deporte nacional, y por brindar apoyo a las federaciones, más a aquellas que muestran resultados.
Porfirio Miranda, Israel Arenívar, Evelin Centeno y Cristian Martínez acaban de ganar un oro en los Juegos Bolivarianos frente a monstruos mundiales. Porfirio se llevó también el evento de la Asociación Latinoamericana de Surfistas Profesionales (Alas) hace dos semanas, en la división “Open”. En la misma, Israel fue tercero, y “Teco” Martínez fue segundo en “Longboard”.
Pero acá en el país parece que no importan los resultados. Ellos, junto al resto de sus 15 compañeros de selección, tras el entreno de ayer, se ven en la penosa situación de tomar alcancías para ir a pedir “coras” y poder sumar algo de dinero a los 800 dólares que el Comité Olímpico les ha conseguido.
No basta para los casi cinco mil que necesitan para viajar con el contingente completo. Es una cuestión matemática. A ver: 800 entre 22 (con cuerpo técnico y delegado) son 36.6 dólares por persona que les tendría que alcanzar desde hoy hasta el lunes…
Teco y compañía acaban de regresar de Nicaragua. Son las cinco de la mañana, pero del lunes 26. Teco trae un bronce bajo el brazo y en vez de ir a dormir, él, Evelin, el DT Karlo Mejía y el presidente Saburo Okuzawa se van al hotel Sheraton. Es que tienen que estar a las 8:45 a.m. en el foro que los diputados armaron para escuchar las opiniones de los atletas con respecto al anteproyecto de ley del Fodeporte, una iniciativa que irónicamente pretende otorgar a los atletas el dinero que necesitan para tener mejores resultados, para alimentarse bien, para contar con tablas, raquetas, zapatos, remos, flechas adecuadas, para comprarse vitaminas, para poder dormir bien, en una buena cama, en un buen hotel, antes de una competición.
Mientras eso se discute, ayer, los de surf seguían pensando en cómo resolver. Se les ocurrió una campaña de alcancías que finalmente se realizará hoy por la mañana, y mantuvieron otra en la red social facebook para ver si alguna empresa les ayuda con el viaje. Además armaron una fiesta en el restaurante La Bocana, a $3 la entrada.
“Lo que pensamos es dormir en hamacas, en los carros que hemos prestado para viajar”, o en las bolsas de las tablas, comentó el directivo Rodrigo Barraza.
Curioso que aun en estas condiciones, Karlo Mejía, el DT, hable de la posibilidad de ser campeones, de arrebatarle ese título a Costa Rica. “Están surfeando bien (los nacionales), los de Open andan fuertísimos. Ojalá vayamos todos, y el resto anda bien también”, dice en un receso del foro, entre el ánimo de la esperanza y el desgano de la realidad que se impone. No se rinden. A ver si van todos, por lo de los fondos, porque el torneo es por equipos, por puntaje; uno menos complica. Pero no se ponen excusas. Hoy van porque se van al centroamericano, porque hacen de tripas, corazón.