¿Qué pasó con… Pablo Quiñones?

Llegó en 2001 con FAS y jugó una final. Once años después volvió al equipo como técnico de reserva y fuerzas básicas

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Pablo en compañía de su familia.

Por Texto: Víctor Zelada Uceda / Foto cortesía: Samuel Linares y archivo EDH

2012-07-23 4:16:24

En la cancha tenía liderazgo, hablaba mucho con sus compañeros y por su posición de volante de contención se caracterizaba por “morder” a los rivales y por ser “el motor” del medio campo para distribuir la pelota en espacios reducidos. Con este perfil vino a El Salvador para el Torneo Clausura 2001 con Club Deportivo FAS. Pudo ser campeón, pero Águila desbarató sus sueños en una serie a dos partidos en el estadio Flor Blanca (hoy “Mágico” González).

En ese primer torneo llegó junto a tres compatriotas uruguayos al equipo tigrillo: Alejandro Soler, Claudio Passadi y Juan Iván Mouro. Estos sólo estuvieron un semestre, Pablo logró arreglar por un torneo más, pero no se alcanzó la fase semifinal.

Algunos jugadores que compartieron camerino con Pablo siguen activos: Eliseo Quintanilla, Gilberto Murgas, Alejandro Bentos, Williams Reyes, Cristiam Álvarez, Helman Monterrosa y William Torres Alegría. Otros optaron por el retiro como Víctor Velásquez, Daniel Sagastizado, Nelson Nerio, William Machón, William Osorio, Luis Castro, Jaime Gómez, Juan Carlos Padilla…

Finalizado su contrato, Quiñones probó suerte en el fútbol costarricense con el Municipal Liberia en 2002, mientras FAS gestaba su generación de oro de la última década con Alberto “Chochera” Castillo, ganador de cinco títulos.

De Costa Rica dio el salto a la Primera División de Indonesia, un mercado que comenzaba a abrirse. Allí militó con P.S.M. Makassar, Mitra Kukar F.C. y Barito Putera F.C.

Pablo, en su época de jugador tigrillo.En 2005 cuenta que recibió un correo electrónico del entrenador Rubén Guevara, a quien conoció en FAS. Para entonces estaba al frente del recién ascendido Once Lobos.

Dos descensos

Con el equipo lobezno inició una aventura que terminó en lágrimas. En Chalchuapa coincidió con dos exfiguras de FAS, Guillermo “Memo” Rivera y William Renderos Iraheta, además de contar con William Figueroa y Libardo Carbajal, Allan Deras, Anderson Batista, Ovidio Guzmán y René Peñate.

Pese al cambio de técnico en la recta final con el argentino Roberto “Toto” Gamarra y el goleador paraguayo Néstor Ayala, Once Lobos no pudo contra un Municipal Limeño que remontó en puntos para enviarlo a Segunda.

En 2006 se sumó a Balboa que había comprometido su categoría al finalizar décimo en el Apertura 2005 con 14 puntos. Con él reforzaron al equipo Gabriel Garcete, Salvador Coreas, Fidel Mondragón y retornaba a La Unión el brasileño Nildeson Silva de Mello (Nenei). Este último se vio envuelto en polémicas y sólo disputó un minuto en el torneo. Pese al esfuerzo, este equipo que fue dirigido por Nelson Ancheta no pudo evitar otro descenso porque en la tabla acumulada quedó con cinco puntos menos que Chalatenango.

Con estos sinsabores deportivos, Pablo emigró al fútbol guatemalteco y se retiró del fútbol en 2008 con Nacional Salto de Uruguay a sus 36 años.

Con su despedida del fútbol activo, Quiñones volvió a El Salvador. Se quedó a vivir en Santa Ana donde se acompañó con Lucía Ronquillo, con quien procreó a Diego Alejandro.

Carrera de DT y vendedor de libros

Cuando no llegaron más ofertas para jugar decidió por apostarle a los cursos de entrenador. Mientras encontraba un equipo donde aportar sus conocimientos logró un trabajo de vendedor de libros con la Editorial Océano gracias a la amistad con el gerente y exjugador de FAS, Ricardo Cuéllar.

“Trabajé tres años en Editorial Océano y no tenía trabajo. Había aprendido el curso de entrenador y allí hay un gerente que jugó en FAS, Ricardo Cuéllar, me lo ofreció y me dio la oportunidad de aprender culturalmente otro idioma como el inglés. No dudé en aceptar porque es un trabajo digno en el aspecto publicitario; me movía haciendo promociones. La pasé bien, hubo etapas buenas e interesantes y no me arrepiento de haber trabajado allí”.

¿Qué hace?

Desde este año, Quiñones tiene a cargo el cuarto nivel de las fuerzas básicas de Club Deportivo FAS, donde está a cargo de jóvenes de 12 y 13 años. Paralelamente entrena al equipo de la categoría de reserva del cuadro tigrillo.

Para él no había mejor regalo en el fútbol que devolverle un trabajo formativo al equipo que le abrió las puertas en El Salvador en 2001, cuando el técnico era Garabet Avedissian.

“En Santa Ana me tratan bien y en parte es porque ven que hago una tarea deportiva y social sacando a chicos de la calle para incorporarlos al deporte. Soy de los que piensan que si recibiste una formación debes compartirla. Soy un pedagogo con niños de 12 y 13 años del nivel cuatro de FAS. Enfatizo mucho que no deben descuidar sus estudios. Con la reserva estoy entrenando por segundo campeonato y estoy muy agradecido y orgulloso de colaborar porque hay una calidad bárbara en los jóvenes que aspiran subir al equipo mayor”.

Cuando Quiñones recibió la oferta de la reserva le explicaron que habían jóvenes conflictivos (por sus vínculos con las maras). Su integración y amistad con estos futbolistas hizo que cambiaran su estilo de vida.