España y el Titanic

España se parece al Titanic. Mientras el barco se hunde, la orquesta sigue tocando para calmar los nervios de sus tripulantes.

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Celebración de La Roja en Madrid.

Por Karen Molina, corresponsal en Madrid, España

2012-07-03 12:16:12

España se parece al Titanic. Mientras el barco se hunde, la orquesta sigue tocando para calmar los nervios de sus tripulantes.

Así ocurre ahora. En medio de una crisis financiera que ahoga a sus ciudadanos, once jugadores vestidos de rojo y amarillo han dado su espectáculo. “Campeones, campeones”, es la melodía que se escuchaba hoy en la Plaza de Cibeles, inundada por miles y miles de españoles que celebraran la llegada de sus héroes.

Sin duda, una gran fiesta. Desde antes de que las final de la Eurocopa diera inicio el domingo, las autoridades madrileñas ya habían preparado una tremenda tarima frente a la Plaza y colocado pantallas gigantes y parlantes por doquier para celebrar la victoria.

Esa misma plaza que en marzo pasado estaba inundada por miles de españoles que protestaban por una reforma laboral, es la misma en la que se vitoreaba a los jugadores por ganar la Eurocopa. “Mira tío, estamos en las noticias, y esta vez no es por la crisis”, le decía un amigo a otro en la calle.

Por la roja, no hubo crisis. Las banderas, los sombreros, las bufandas de la selección española además de las pinturas y otros souvenirs alusivas a la roja se vendieron como pan caliente. Y ya no se digan los tintos de verano, las cervezas y las sangrías que los españoles compraron para para celebrar la victoria.

Las calles fueron testigas silenciosas del derroche de alcohol que los españoles hicieron para festejar la tercera copa consecutiva desde 2008. Los bares, que abundan en Madrid, fueron sin duda los más beneficiados con esta celebración.

¿Y la crisis? Pues no ha habido tiempo para acordarse de la crisis. Y los medios de comunicación también se han olvidado. Al menos por dos días consecutivos, los periódicos han llenado sus portadas con la fotografía de “San Iker” sosteniendo la copa y contado de una y mil maneras las experiencias de los jugadores, la alegría de sus fanáticos. “Los mejores de Europa”, “Lo que nadie nunca logró” o “España invencible” desplazaron a los titulares que hablan de la prima de riesgo, la recesión y la salida del euro.

El despliegue de los medios de comunicación tanto el domingo, en el juego contra Italia, como hoy, al recibir a los jugadores, fue impresionante. Imágenes en vivo, minuto a minuto, galerías de fotos, fotografías aéreas y toda una cobertura completa que elevó el orgullo de los españoles tanto como la espuma de su cerveza. No ha habido espacio para los titulares depresivos.

Pero tampoco han faltado los españoles realistas que, en medio de toda la algarabía por la victoria de La Roja, han puesto los pies en la tierra y reconocido sus limitantes. “Joder tío, de qué me sirve a mí que la roja gane si este país se está hundiendo”, dijo un hombre de unos 70 años en la parada de autobuses.

“Si nos movilizáramos tan rápido para otras cosas así como nos organizamos para recibir a La Roja, otro gallo nos cantaría”, dijo una chica en medio del gentío que intentaba llegar hasta la Plaza de Cibeles.

Dicen que días antes de que la Eurocopa comenzara, el presidente español, Mariano Rajoy, le pidió al director técnico de la selección, Vicente del Bosque, que hiciera ganar a La Roja, como una medida para aliviar la tensión de los ciudadanos que están agobiados por la crisis financiera. Pero cuentan que Del Bosque le respondió a Rajoy que la política y el fútbol eran cosas distintas y que no le prometía nada.

Ahora que la selección ha ganado y que los españoles se deleitan con los cantos de victoria, muchos se preguntan si Del Bosque cumplió el pedido del presidente. Algunos temen que en medio del éxtasis futbolístico, el barco se resquebraje por completo y nadie se dé cuenta por tanto tinto de verano y cervezas en el cuerpo.

El barco se hunde, pero la orquesta sigue tocando.