Gimnasta y ciclista en su niñez, se enamoró del tiro olímpico y llegó a representar a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004
¿Qué hizo?
“Practiqué gimnasia desde los cinco años… Mis padres prefifieron que me golpeara en los colchones y no en el suelo, luego de una caída en los sillones de mi casa”, cuenta Patty. Representó al país en regionales entre 1990 y 1994, pero sufrió fuertes lesiones en su rodilla izquierda, y aunque intentó con el ciclismo, tuvo que abandonar. “Mi padre (Juan), que era gerente técnico del Indes, me comentó del tiro. Me acerqué con su ayuda al polígono del Mágico González. Y desde ese momento sigo enamorada de ese deporte”, explica con orgullo.
¿Por qué rifle, y no pistola? “Nunca me dieron a escoger”, responde con una sonrisa. “Me hicieron pruebas muy sencillas y me dijeron que tenía que ser riflera; decisión no equivocada, ya que luego de los años no me veía compitiendo con una pistola y no usando mi poco sexy traje especial de rifle, del cual me quejé hasta el cansancio ya que es pesado, inmoviliza el cuerpo y es feo, pero con el paso de los años, llegó a gustarme”.
Rifle en mano, Patty brilló. Nos representó en los Olímpicos de Atenas 2004, y su mejor momento llegó en 2005: “Quedé en 5º lugar en el Mundial de Alemania. Durante los últimos disparos iba segunda, superando a campeonas olímpicas y mundialistas. El último disparo de 9.9 me mandó al quinto. Nada malo para una chiquita salvadoreña de bajo peso, como me decían”, bromea. Luego participó en los Panamericanos de Rio 2007, año en que puso fin a su carrera deportiva.
¿Qué hace?
Patty se vio en la misma encrucijada a la que llegan muchos atletas de alto rendimiento de nuestro país: deben escoger entre seguir entrenando, o decidirse por el estudio o el trabajo, porque combinar ambos mundos resulta imposible.
“Muchos de los catedráticos universitarios me decían que escogiera entre asistir a los mundiales de tiro o llevar mis materias en segunda. Fueron momentos duros de afrontar en familia. Pero el estudio siempre fue lo más importante”, valora hoy la ex riflera.
Patty decidió dejar el deporte definitivamente tras los Panamericanos de Rio de Janeiro, Brasil, en 2007.
“Tomé la decisión al darme cuenta del poco apoyo que veía venir y mi necesidad de ejercer mi carrera universitaria de mercadeo. Lastimosamente, lo estudiado y aprendido durante mi vida como deportista y mi carrera universitaria no pudo ser aprovechado dentro del medio deportivo, y tuve que tomar la decisión de retirarme, de la cual no me arrepiento”, dice, convencida.
Sin experiencia profesional en su campo, Rivas pasó por duros momentos para conseguir empleo.
“Me tocó pagar derecho de piso en lo profesional, pero gracias a Dios encontré una empresa como es en la que trabajo actualmente, donde me dijeron claramente que me contrataban porque había sido deportista, y sabían cómo era el carácter de nosotros, luchadores, líderes y exitosos en la vida. Confiaron en mí, y ahora ya tengo tres años con la petrolera TOTAL”, explica Rivas, ahora jefa de mercadeo de la petrolera.
El deporte también le regaló otra alegría, pues el ex tenista José “Chepe” Baires apuntó al centro de su corazón, y contrajeron nupcias en 2009. Ahora, tienen a Valeria Renee, de un año. “Ya felizmente casada y con una hija bella, me doy cuenta que cada lágrima de cansancio y los momentos en que pensé que no lo lograría, valieron la pena”.
Apunta y dispara
Al preguntarle a Patty cómo compara el apoyo que tuvo durante sus años en el tiro con el que existe actualmente para los atletas de alto rendimiento, a la ex riflera no le tiembla el pulso para contestar: “Ese apoyo que tuve fue con Enrique Molins (en la presidencia de Indes), un hombre visionario y con ganas de éxito en todo proyecto que emprendía; nos llevaba a exigirnos más de lo humanamente posible por alcanzar una medalla por y para El Salvador, y siempre me apoyó cuando lo necesité”.
Continúa:”Esas épocas jamás se lograron ver nuevamente. En la actualidad, los atletas se preparan con poco o cero apoyo, únicamente con la garra interna. Tengo amigos atletas que están pasando en estos momentos por duros retrocesos en el deporte. El problema radica en no darse cuenta de lo importante que es el deporte para una nación”.
Patty está de acuerdo con el enfoque de masificación del Indes, pero “no podemos pedirle a nuestros atletas que no luchen por ser los mejores, y no podemos pedir tampoco éxitos de grandes ligas si no apoyan para que eso se lleve a cabo. Del COES, únicamente puedo opinar sobre la falta de localización de fondos internacionales para atletas con prospectos de clasificación a Juegos Olímpicos”.
Para Patty, “mientras el COES dependa de un aporte económico del Indes, seguiremos teniendo los mismos problemas de hace años, dos instituciones creadas para y por el deporte que se encuentran en constantes riñas que nada dejan a los atletas, más que desorden e inestabilidad”.