Como en toda ciudad de EE.UU. que visita la Selecta, ayer no fue la excepción. Los cuscatlecos fueron mayoría
DALLAS. Volvió a pasar. Como en cada ciudad estadounidense que visita la Selecta, los compatriotas la hacen sentir local. Dallas no se quiso quedar atrás y desde temprano el Cotton Bowl se empezó a vestir de azul.
Azul patriota, azul cuscatleco, azul de amor por un equipo que, ahora sí, les está redituando los sacrificios y esfuerzos a una afición más que fiel.
Fueron mayoría ayer los cuscatlecos en el estadio de Dallas. A pesar de que, quizás por sentirse hermanos, los catrachos también se ataviaron de ese color, para ver a su selección que jugaba más tarde ayer mismo.
Llegaron de Dallas, de Houston, de cualquier ciudad. Poco les importó las dos, tres, cinco, seis, diez horas de viaje, todo por estar con el equipo de todos. Por el equipo que los hace llorar, que les pone la piel de gallina, cada vez que suenan las notas del Himno Nacional.
Por eso se cantó a todo pulmón ayer en el Cotton Bowl, por eso se celebró con todo cada gol y al final el triunfo ante los Moldavos… Sí esos que pusieron una imagen de Cristóbal Colón en la previa del partido.