Empate con dos caras

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Faitelson afirmó que vendrá para el duelo de la Selecta contra México el 12 de junio.

Por Claudio Martínez / Twitter: @martinezchino

2012-05-24 10:55:04

La Selecta igualó con Nueva Zelanda. Lo bueno: Rafa Burgos y la firmeza de Molina

HOUSTON. Se pueden hacer muchas lecturas del empate 2-2 de la Selecta ante Nueva Zelanda en Houston. Buenas y malas, optimistas y pesimistas, apresuradas y complacientes. Todo depende del enfoque. La afición, que armó una fiesta para recibir a su selección, se fue apagando a medida que transcurrían los minutos. No se fueron defraudados, pero sí con algún signo de preocupación porque los juegos de Eliminatorias comienzan en dos semanas y en varios pasajes del partido al equipo se le vio sin respuestas, sobre todo en defensa. Claro, también es cierto que falta trabajo y conjunción.

Si nos atenemos al rival, hay dos maneras de analizar a la Selecta. Si se piensa que se le empató al 130 del ranking mundial, el saldo es negativo, porque los neocelandeses no sólo le anotaron dos goles sino que le generaron otras cuatro muy claras, tres de ellas conjuradas por el portero Benji Villalobos y otra que devolvió el poste.

En cambio si se tiene en cuenta que enfrente estaba un equipo mundialista, el único invicto de Sudáfrica 2010 después de empatarle a Italia, Paraguay y Eslovaquia, el panorama es diferente, porque definitivamente es un equipo sólido y con bastante oficio a pesar de su juventud. De hecho, siete de los once titulares estuvieron en el último Mundial. No son brillantes, no tendrán demasiado talento, pero sí muy disciplinados tácticamente.

Inicio con gol

Todo pintaba para fiesta en el maravilloso BBVA Compass cuando al 13?, Rafael Burgos ?elegido el mejor de la cancha- aprovechó un fantástico pase de Alfredo Pacheco para poner en ventaja a El Salvador. Los neocelandeses jugaron mal al offside y el delantero del Petapa facturó definiendo por arriba del portero Paston con mucha jerarquía.

Sin embargo, Nueva Zelanda empezó a mostrar algunas de sus virtudes ?que las tiene- y el mediocampo salvadoreño ya no se sintió tan cómodo. Y a pesar de que la Selecta siempre mantuvo la iniciativa, las llegadas del rival no se hicieron esperar. Algunas grietas defensivas peligrosas, sobre todo en Xavi García y en Víctor Turcios ?se le notó su inactividad y su falta de timming para salir a cortar- provocaron el gol de Hogg, un lateral debutante que jugó con la 10, que no atacó mucho pero que en la única que tuvo la mandó adentro. Y después, otra vez Benji Villalobos para corregir otros errores defensivos.

El segundo tiempo siguió en esa misma dinámica, aunque ya con Ramón Sánchez en lugar de Elder Figueroa, que tuvo un partido olvidable, perdió varios balones y la gente le hizo saber su desaprobación con silbidos. Todo lo contrario de Dennis Alas, que otra vez volvió a cumplir y cada barrida suya o cada recuperación era celebrada con una ovación. El poste salvó Benji y en la primera que tuvo El Salvador, Rafa Burgos volvió a mostrar su buen momento y su remate encontró el cuerpo de Michael Boxall, que desvió el balón y dejó sin opciones al portero. El 2-1 volvió a encender a todos y además dejó claro que Burgos tiene nivel para estar en la Selecta. No es la primera vez que lo demuestra, ya no es casualidad. También fue clave, aunque no lució tanto, Nelson Bonilla, que le generó muchos espacios.

Nueva desconcentración

Lo que siguieron fueron unos minutos de control total de El Salvador, lo que hacía presagiar la llegada del tercero. Pero no. Otra desconcentración defensiva derivó en una clara ocasión de Nueva Zelanda. El portero Villalobos, de gran reacción, tapó en primera instancia, pero en el rebote Kosta Barbarouses, el amigo de Fito Zelaya, la empujó al gol. Otra vez a empezar.

Para ese entonces, ya estaba en la cancha Cheyo Quintanilla ?que en teoría no iba a jugar-, y cada contacto suyo con la pelota ilusionaba a la afición. Entró por un apagado Osael Romero, que aún así tuvo una clara en el primer tiempo que le tapó el portero. Después, con la sucesión de esos cambios habituales en este tipo de amistosos, el partido se fue desvirtuando. Siempre quedó la sensación de que El Salvador estaba más cerca de ganarlo, sobre todo por su actitud, pero el empate ya no se movió.

Es evidente que algunas de las pruebas ?ese es el propósito de este tipo de juegos- no han funcionado o simplemente merecen mayor trabajo. Las buenas noticias, además del momento de Rafa Burgos, es el buen partido de Molina, la garantía que siempre es Dennis Alas, el oficio de Pacheco y la magia que siempre aporta Cheyo Quintanilla. ¿Es suficiente?