Desde la Selección argentina se sabía que El Cholo era entrenador. El capitán asimilaba entonces como nadie la pizarra del Loco.
Marcelo Bielsa se sentó ayer en la misma silla que había ocupado Diego Pablo Simone apenas una hora antes. Ambos fueron fieles a su estilo en la comparecencia ante los medios, cabeza gacha el técnico del Athletic, mirada al frente el del Atlético.
Ni siquiera coincidieron en las entrañas del estadio Nacional a lo largo de la tarde, por mucho que el fútbol les haya reunido para una final histórica, nada que ver con el duelo liguero que ya liquidaron y en el que se impuso El Cholo.
Han transcurrido prácticamente diez años desde aquel 7 de junio de 2002, fecha en la que, con Bielsa como seleccionador, Simeone se enfundó por última vez la casaca de la selección. Argentina se midió con Inglaterra en partido del Mundial.
Como el futbolista salía recién de una grave lesión de ligamentos, el técnico sabía que no estaba para dos partidos en tres días. Así que no disputó el siguiente… en el que una derrota certificó la eliminación albiceleste. Para sorpresa de muchos, Marcelo siguió en el cargo. Diego Pablo, que enfilaba la recta final de su carrera, no volvió a las convocatorias.
Aquel periodo en el que coincidieron marcó profundamente a Simeone. Más allá del respeto que ambos se profesaban, y de cierta admiración mutua, Bielsa admite que en su pupilo se adivinaba un futuro entrenador. Por si hubiera alguna duda, con el paso de los años se ha incorporado al cuerpo técnico del Cholo Germán Burgos, que se conoce al dedillo la libreta del Loco. Aquella pose rockera del Mono ha derivado en excelente analista de fútbol.
Cuentan los que le conocen que, más allá del factor Bielsa, en la carrera de Simeone como entrenador influyeron decisivamente también los meses que pasó en Italia, tratando de salvar al Catania. Lo salvó, ya se sabe que “siempre hay que creer”, pero en el intervalo se convirtió en un técnico reposado, que ya no sentía la necesidad de acumular delanteros a la que encajaba un gol. “Es más entrenador de lo que se cree. Recordad la que lió con Arda por la derecha ante el Valencia”, añaden.