Con más corazón que orden, con más entrega que juego en equipo se jugó el tercer lugar, el bronce del fútbol playa en los Juegos Bolivarianos. Se lo llevó Perú. Acusamos falta de definición y pagamos errores puntuales de manera cara.
El partido ante los anfitriones no fue el mejor del evento, y había que hacerlo de la mejor manera para quedarse con la medalla.
No fue ni por cerca ordenado para el conjunto nacional, salvo el primer tiempo. Parecía, desde arriba, desde la grada, que la presión por llevar una medalla tras perder la opción del oro desesperaba más a los jugadores cada segundo que pasaba y que seguían abajo en el marcador.
Parecía. En términos generales, ellos comentaron que no pasó eso, que las cosas no salieron.
El partido no fue espectacular, no gozó de lo que ofrece el fútbol playa. Salvo un par de chilenas y voleas, todo transcurrió entre la entrega y la estrategia. Entre perder tiempo para los peruanos con simulaciones o golpes reales, y perder tiempo los nacionales con acciones individuales que, salvo en una ocasión, no derivaron en mayor cosa.
De entrega no se le puede juzgar al equipo nacional. No. Se le acusa de no lograr, con presión o sin presión, con necesidad real o no en un torneo de fogueo de ganar una medalla, de no llegar a su máximo potencial, ese que lo llevó a ser el cuarto mejor del mundo. Lo saben ellos también. Por eso la rabia, porque aparte de los golpes, lesiones, ausencias, expulsiones, malos arbitrajes, pelota no oficial, factor localía, este equipo se ha repuesto a eso contra Italia, por ejemplo, y en un Mundial.
No todos los partidos son iguales. Y no se puede pretender que lo sean o que los resultados vuelvan a ser los mismos. Pero sí que se debe de intentar. Y en eso, este equipo lo intentó acá, pero de manera individual, a ratos con poca efectividad en tantas acciones individuales que los dejaron de cara a portería, y en unas cuantas combinaciones.
Hay que darle mérito también a Perú. A Aldo, que nos pegó fuerte con tres goles, uno de zurda, uno de tiro libre y otro con suerte, el último. Hay que aplaudirle a César ?Dida? Carrero, no los shows, no el gesto enorme que tuvo de ir al camerino nacional a saludar a todos y a cambiar camiseta con Eliodoro Portillo, sino porque sacó unas de gol a quemarropa a Tomás, Élmer y Walter, y otros tiros abajo, complicados, a Frank y compañía.
Pero esta vez el equipo no pudo remontar marcadores en contra, como no lo pudo hacer con Paraguay y Venezuela. Ojo ahí.
Castro abrió el marcador con 40 segundos disputados con un tiro de derecha en el primer tiempo.
Hasta ahí, El Salvador estaba jugando bien. No había nada qué temer. El tiempo no apremiaba y el equipo tocaba, quería manejar los tiempos, como saben hacerlo estos muchachos. Sobre el 9:15, tras un remate de lejos que rebotó y le cayó a Francisco ?Frank? Velásquez, el jugador nacional amagó, dejó a un defensa, arrastró al otro, sacó al portero y definió para el empate.
?Vamos que se puede, El Salvador, El Salvador, El Salvador?, se escuchó en la grada. La gente creía, más que la afición local. La Selección creía aún. En una desconcentración en la cobertura, entró solo por derecha Angelo y disparó a meta. El arquero Herbert Ramos la desvió, la bola dio en el poste, quedó ahí sobre la línea, llegó a empujarla un rival y también a despejar Roberto
Membreño. La bola ingresó. 1-2. Pero había tiempo, confianza.
Confianza faltó en el segundo. Se vino abajo. Por errores puntuales en las coberturas, por no concretar las que tuvieron arriba, por Dida, por el travesaño. El Salvador también se salvó en algunas antes, con Herbert en el arco como debutante, y con Eliodoro Portillo después.
Pero no se salvó del tercero cuando Aldo definió de zurda con 8:30 por jugarse en ese periodo. Y vino la debacle con 59 segundos por jugarse, en un tiro libre del mismo jugador. 1-4. Contra las cuerdas. Élmer firmó de zurda el descuento esperanzador con tres segundos por jugarse.
?El Salvador, El Salvador, El Salvador?. Más cuando Tomás cobró con astucia un tiro libre. Vio a Dida, en quizá el único error que cometió, salir un poco a tratar de anticipar. Y buscó el olímpico. Apenas lo rozó con los colochos Oswaldo ?Kalimba? Rivas.
Terminó en el fondo. Faltaban 8:29 para entonces y hoy sí que se veía cerca el empate.
Frank estuvo cerca poco después, pero el tiro de zurda abrió por poco. Y luego, con siete minutos, se lesionó. No volvió al campo.
El partido se puso más desordenado. Perú esperó atrás a matar con la contra. Y lo consiguió con 2:35 cuando Aldo sacó un tiro con suerte, que se le coló a Portillo para el definitivo 3-5. El bronce, bien ganado, fue para Perú. La lección para la Selección, de cara a la eliminatoria, puede ser más valiosa que la medalla?
Fotos EDH: José Carlo Swayne/COBOL
- FINALIZÓ EL ENCUENTRO. Perú se llevó el bronce en los Juegos Bolivarianos, mientras que la Selecta Playera quedó cuarta.
- Periodo 3/3 ¡Goool de Perú!, anotó Zagaceta. Perú 5-3 El Salvador.
- Periodo 3/3 ¡Goool de El Salvador!, anotó Tomás Hernández. Perú 4-3 El Salvador.
- Inició el tercer periodo
- Finalizó el segundo periodo. Perú 4-2 El Salvador
- Periodo 2/3 ¡Goool de El Salvador!, anotó Elmer Robles. Perú 4-2 El Salvador.
- Periodo 2/3 ¡Goool de Perú!, doblete de Zagaceta. Perú 4-1 El Salvador.
- Periodo 2/3 ¡Goool de Perú!, anotó Aldo Mora. Perú 3-1 El Salvador.
- Inició el segundo periodo
- Finalizó el primer periodo. Perú 2-1 El Salvador.
- Periodo 1/3 ¡Goool de Perú!, anotó Zagaceta. Perú 2-1 El Salvador
- Periodo 1/3 ¡Goool de El Salvador!, anotó Frank Velásquez. Perú 1-1 El Salvador
- Periodo 1/3 ¡Goool de Perú! anotó Angelo Castro. Perú 1-0 El Salvador
- Inició el encuentro
Alineaciónes:
El Salvador/ Herbert Ramos, Nixon Aguilar, José Medardo, José Membreño, Elias Ramírez, Walter Torres, Tomás Hernández, José Portillo, Elmer Robles y Frank Velásquez
Perú/ César Carrero, Oswaldo Rivas, Aldo Mora, Angelo Castro, Sócrates Vidal, Camilo Maruy, Juan Pajuelo, Andy Moscoso, Javier Zagaceta, Elias Drago y Alonso Martínez