SAN SALVADOR. Antes del partido, muchos aficionados albos hacían cuentas felices. Solo eran números de cuántos goles le caerían al alicaído Águila, que venía de ser vapuleado 4-0 por el Santos en Champions de Concacaf, en una nueva vergüenza internacional. Además, sumaban a su optimismo los 20 puntos con que el equipo de Ramiro Cepeda cerró la primera vuelta. No esperaban menos que un triunfo del súper líder capitalino. Pero no.
El Águila llegó a pararse al Coloso de Monserrat con orden, sacrificio y personalidad. Tal vez no propuso mucho fútbol y le apostó de lleno al contragolpe, pero le funcionó: Sacó un enorme triunfo de 0-2 del Cuscatlán, llegó a 17 puntos, frenó al líder blanco y se colocó tercero en el Apertura 2012. Gran trabajo del campeón nacional, que jaló de orgullo en los momentos difíciles y tuvo en Isidro Gutiérrez a su hombre insignia, porque el “11” puso un gol y marcó otro para los muchachos de Víctor Coreas.
El técnico emplumado puso cuatro hombres en el fondo (Umanzor, Anaya, Henríquez y Torres) y dos contenciones (Isaac Zelaya y Henry Romero); colocó a Darwin Bonilla y a Osael Romero para dar salida; Gutiérrez como delantero, aunque escorado por derecha; y solamente Walter Soto para reventarse arriba contra los zagueros blancos. Sufrió mucho, pero encontró su gol.
Del otro lado, Ramiro Cepeda envió a su equipo titular de lujo, con dos delanteros que sumaban 11 dianas en las primeras nueve jornadas disputadas: el jamaiquino Sean Fraser (siete goles) y el uruguayo Cristian Vaquero (cuatro).
Para alimentarlos de balones estaban Albarrán y Castillo, este último el más activo para los albos en la primera etapa, que fue dominada por los blancos, aunque sin profundidad y con pocas llegadas de peligro real. Maradiaga y Valencia eran los recuperadores, y al fondo Cepeda puso también cuatro: Danny Torres, Edwin Martínez, Ramón Martínez y Emerson Véliz.
La primera etapa fue blanca, pero sin pólvora. Fraser probó de media al 16? y Benji se lanzó a su izquierda para enviar al córner; un minuto después, en un tiro de esquina “de laboratorio”, Maradiaga retrasó pero Castillo la voló arriba.
Replicó Águila al 18? con un disparo de Darwin, pero ahora quien se lanzó y atajó fue “el Mudo” Montes. Fue de lo poco mostrado por la visita migueleña en esta etapa.
Véliz tuvo la suya en un balón que le dejó Fraser al 22?, pero la desperdició; y al 33?, Castillo centró y Vaquero cabeceó abajo y colocado, pero de nuevo Villalobos salvó.
La más clara para Alianza fue al 37?, cuando Castillo le puso un regalito a Fraser dentro del área, pero el jamaiquino, en lugar de pegarle de primera, se entretuvo y lo madrugó Anaya de gran forma.
Los blancos se fueron al descanso entre tibios aplausos y algunos abucheos. El equipo dominaba, tenía la pelota, pero no encontraba cómo penetrar la muralla aguilucha, nada menos que la mejor defensa del campeonato.
La sombra de Fito
La ilusión blanca tomó nuevos bríos al 46?, cuando Cepeda envió al campo a Rodolfo Zelaya, el héroe del último triunfo elefante, in extremis, sobre el Atlético Marte.
“Fito” entró por Vaquero, pero fue una sombra. Casi todos los balones le rebotaban, terminaba en el suelo pidiendo falta, no tiró ni una vez a marco y fue absorbido por la marca de Anaya y Mardoqueo. Es normal, porque Zelaya apenas está volviendo al fútbol tras su lesión y operación; pero enciende un poco las alarmas, porque acaba de ser llamado para entrenar con la Selecta. Debe mejorar.
Con Zelaya desactivado y el elefante un tanto desesperado por encontrar el gol, Águila halló terreno fértil par ahacer daño con certeros contrataques. El primero fue al 62?, en una jugada entre Isidro y Osael que terminó definiendo el “11” de derecha.
Fue un golpe para los blancos, porque apenas un minuto antes, Cepeda había sacado a Fraser y le había apostado a Nelson Bonilla, pero era la visita la que encontraba el gol.
Y al 72?, con Alianza abierto en busca de la paridad, Osael se sacó a Valencia, condujo en velocidad, abrió para Gutiérrez por izquierda, quien centró ante el cierre tardío de Albarrán, y de cabeza obtuvo su premio Soto, que anticipó a Martínez para el segundo tanto negrinaranja. Gran gol.
Cepeda sacó un contención (Maradiaga) y le apostó a Odir “el Chino” Flores al 74?, pero toda esperanza de remontar perdió gas al 81?, cuando Rudy Valencia recibió su segunda tarjeta amarilla por un golpe sin balón sobre Isaac Zelaya.
Los pocos aficionados aguiluchos en el estadio, apostados sobre todo en sombra sur, cantaron el “ole, ole”, mientras sus muchachos le tocaban abajo la pelota a un Alianza vencido. Señores, ojo, que el campeón está muy vivo.