Joel Aguilar Chicas, quien ya tiene experiencia en finales, estuvo al frente de un juego intenso, pero aunque supo manejarlo a su estilo dejó dudas en algunas jugadas, mostrando un arbitraje impreciso.
Fue precisamente al minuto 86 en que Luis Perla tocó el balón, tras levantar su brazo y conectar con la misma en el área pequeña, causando conmoción y dudas sobre una acción que no fue pitada como sentencia máxima a favor de Alianza.
Cerca de la jugada estuvo Aguilar, pero no consideró la acción del zaguero metapaneco con intención y dejó correr la jugada, sin marcar el posible tiro de penal.
Esto sacó los reclamos de Fito Zelaya y saltó a la vista el malestar del equipo, tanto dentro de la cancha como desde el banquillo.
Quizás ese fue el hecho más sobresaliente que quedó a criterio de Joel y en el que se habría equivocado, durante 120 minutos que duró el encuentro.
El árbitro mantuvo sí el orden, hizo llamados de atención necesarios, no se dejó sorprender con algunas caídas de jugadores blancos en el área, no falló en la comunicación impecable con sus asistentes y mantuvo justicia en las amonestaciones.
En total, mostró ocho cartulinas amarillas y expulsó al zaguero albo Jonathan Barrios (doble amonestación), sobre el último minuto del tiempo corrido.