Se armó la casa dentro del vestuario merengue. En lo que va de la presente campaña (cuatro meses) el Real Madrid, ha sumado seis derrotas, una más que en toda la temporada anterior. Esto significa un desgaste dentro la plantilla blanca, en cada derrota Mourinho se dado la tarea de responsabilizar públicamente a los futbolistas, los denuncia y sustituye en el descanso.
Todo comenzó tras la derrota ante el Getafe, donde Mou acusó a Sergio Ramos de falta de concentración. El descalabró frente al Sevilla cargó contra Casillas e Higuaín, los tachó de displicentes. Después de caer ante el Betis, Mou lamentó la falta de “continuidad emocional”.
El portugués siguió con el guión después de la derrota en Vigo, “Hay jugadores que a lo mejor no querían jugar este partido. Frío, lluvia, Copa? A lo mejor no es siempre el entrenador quien tiene la responsabilidad”.
Tal situación según se maneja ha llegado a cansar a los jugadores, que prefieren no hablar frente a los micrófonos sobre las declaraciones de José Mourinho. Prefieren hacerlo en los entrenos, como se ha revelado, la respuesta de Iker Casillas, a las acusaciones de Mou: “¡Yo en público me muerdo la lengua por el bien de la institución!, ¡haga usted lo mismo! ¡Y si tiene algo que decirle a alguien, dígalo la cara!”.
Hasta donde llegará la novela Mourinho-jugadores del Real Madrid. Su final probablemente sea más rápido de lo esperado.