Con un trabajo donde la Selección Nacional demostró que tenía convicción de cerrar con honor esta fase, El Salvador cerró anoche su camino en la tercera fase de la eliminatoria al Mundial de Brasil 2014.
México tuvo una mala suerte en la definición, mientras los nacionales mostraron coraje y aguantaron 63 minutos un empate a cero, pero terminaron cediendo un 2-0.
En los primeros compases, El Salvador se manejó seguro y tranquilo. Eran Andrés Guardado y Oribe Peralta, junto a Jorge Enríquez, los que intentaban desconcentrar al trabajo en bloque que iba manejando la Selecta.
A pesar de eso, los nacionales no habían generado propuesta alguna, pero buscan adelantar filas con Osael Romero y Jonathan Águila. Pero no sería hasta los ocho minutos, en que una incorporación por derecha de Christian Castillo, que se apoyó con Osael Romero y quien filtró balón a Dennis Alas. El capitán probó a marco, pero el balón se fue elevado.
México, no obstante, tuvo una contra a los 11?, después de la zaga salvadoreña no consiguiera despejar un balón atrás y dejara el sector bajo abierto. Llegó Carlos Peña para provocar disparo de media distancia, que permitiría el vuelo de Dago Portillo.
Incesante, ?el Tri? permitió que su afición comenzara a cantar el ?olé? tempranero. Los esfuerzos de Dennis Alas y Romero, con un Jaime Alas siempre en apoyo adelante por izquierda, se redoblaban, pero sin aparecer una clara para definir a marco de Alfredo Talavera.
De nuevo, los locales aparecieron con otra provocación de Reyna, al 16?. Sin cesar en la búsqueda de romper el marcador, mandó balón pegado al poste izquierdo de Portillo, aumentando la presión de que el primero podía estar cerca.
Cuatro minutos después, en una jugada rápida por el medio, apareció Reyna por derecha, se metió al área y, en el espacio abierto entre Monteagudo y Purdy, asistió a Aldo De Nigris, que mandó un remate a marco abierto.
Poco a poco, México tomó control del juego, con mejor toque en espacios reducidos y más posesión de balón en el medio terreno.
El Salvador, por su parte, se enchufaba por momentos con el trabajo encarador de Dennis y la complicidad de Osael, pero Águila lucía demasiado solo en el ataque, y los balones no terminaban de llegar a su sector. El apoyo de Jaime era evidente, pero Javier Rodríguez y Huiqui tuvieron mejor anticipación y ganaron la mayoría de pelotazos largos.
México seguía insistiendo con Guardado, Peña y De Nigris, en el frente. Al 32?, fue Reyna quien se incorporó al área pequeña, asistió a Adrián Aldrete y éste falló una vez más solo frente al marco.
El partido se fue con una Selecta volcada a defenderse. En los últimos seis minutos, fueron incesantes los aztecas en la presión y las llegadas de peligro con Guardado, De Nigris, y el revulsivo Peña en el medio, pero con fallas imperdonables en la definición.
Gran faena de Purdy y el apoyo de Mardoqueo Henríquez, intentando frenar todas esas aproximaciones. Pero además, Dago Portillo no perdió de vista ningún balón y estuvo acertado en sus atajadas. Seguro y, hasta ese momento, de lo mejor en la Azul.
El Salvador se fue al descanso en el momento oportuno, ya que permitió frenar el acoso local.
Salvación del líder
Con la presión de la afición local, los mexicanos mantuvieron la dinámica de presión sobre todo por la banda izquierda, donde se movía Guardado. Pero también repitieron la cero contundencia.
Por supuesto, los salvadoreños lucieron mejor parados atrás, sobre todo con un ?Mardo? crecido y frontal con Guardado.
Pero la imparable pérdida de goles de los aztecas, levantó la pasión de la afición que comenzó a pedir a gritos a Javier ?Chicharito? Hernández. El eco de la petición y la necesidad urgente de encontrar el triunfo permitieron la llegada del jugador del Manchester United (60?).
Sin embargo, fue el ídolo local, el oriundo de Torreón, el que metió la felicidad en el TSM. Después de una prolongación de Meza, que trató de definir, y ante un balón con el que no se pudo quedar Portillo, llegó al remate Peralta, que habilitado por el último hombre, colocó por derecha el 1-0.
Herrera, que llegó de cambio, también puso en aprietos a los nacionales, con un disparo que pegó en el travesaño del arco de Dago.
En el último cuarto del complemento, la selección nacional no consiguió volver a llevar peligro al arco de Talavera, que pasó desapercibido. Inclinada la cancha a favor local, el trabajo en conjunto y la superioridad del guardameta salvadoreño quedó para ser aplaudida.
Portillo salvó con manos, puños, pies las llegadas mexicanas, pasando a ser el pilar para evitar una goleada, y frenando el ímpetu azteca.
México trató de buscar un marcador mayor, y lo consiguió a cinco del final con un tanto de ?Chicharito?, tras una asistencia por derecha de Elías Hernández, para el definitivo 2-0.
El Salvador se despidió así, con orgullo y una gran labor, de la tercera fase de la eliminatoria mundialista. Lo hizo de gran modo, ante el líder e invicto de Concacaf.