¿Nacional o extranjero?

¿Qué elegir a la hora de buscar un seleccionador? Un análisis de los últimos 30 años y los perfiles de los técnicos que han conseguido clasificarse a Mundiales en el continente americano

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Por Claudio Martínez

2012-10-26 5:45:00

SAN SALVADOR. Uno de los debates del momento, sin duda ya instalado en el pueblo futbolero salvadoreño, es si el entrenador de la Selecta debe ser un nacional o un extranjero. Es cierto que El Salvador tiene además otros problemas más graves ?los temas estructurales, por ejemplo, que si no los resuelve dará igual el pasaporte del nuevo entrenador porque el resultado será lo mismo de siempre-, pero aún así, la Selección Nacional tiene que estar a cargo de alguien y esa es la decisión que hay que tomar en breve.

Normalmente, ante el fracaso de un extranjero ?como es ahora- surge una corriente “nacionalista” mientras que cuando es un entrenador local el que dirige ?como fue José Luis Rugamas- reflota la ola del técnico foráneo. Al nacional lo quieren “porque conoce mejor a los nuestros y es más barato”, y al foráneo “porque lo respetan más los jugadores y además está más actualizado”. En teoría, según el clamor popular, ahora tocaría un seleccionador local. Pero, ¿cómo es en otros países? ¿A quiénes les va mejor? ¿Es más fácil clasificar a un Mundial con un técnico formado en casa o con uno que viene de afuera?

Pues bien, hemos analizado los últimos 30 años, lo que implica los recientes 8 procesos clasificatorios a la Copa de Mundo en el continente americano: desde España 1982 a Sudáfrica 2010. Para ajustarlo más a la realidad, hemos quitado de la ecuación a las 5 selecciones que habitualmente se clasifican a los Mundiales para que los números no se contaminen, ya que lo que se pretende ver es cuál es la influencia de un entrenador ?nacional o importado- en una selección que normalmente no aparece como favorita a ganar un boleto al Mundial. Por esa razón, de este análisis quedan afuera los tres campeones mundiales sudamericanos, Brasil, Argentina y Uruguay, y también México y Estados Unidos.

No pudieron

No siempre funciona traer técnicos extranjeros de renombre. Aquí, algunos ejemplos.

Azkargorta en Chile (1995-1996)
Carlos Bilardo en Guatemala (1998)
Pacho Maturana en Perú (1999-2000)
Pacho Maturana en Costa Rica (1999)
Sebastiao Lazaroni en Jamaica (2000)
Bora Milutinovic en Honduras (2003-2004)
Bolillo Gómez en Guatemala (2006-2008)
Bora Milutinovic en Jamaica (2006-2007)


 

Lo primero que surge es que la tendencia ha ido variando. Si en los Ochenta era común que técnicos nacionales clasificaran a sus selecciones a un Mundial ?caso de España 82 con Pipo Rodríguez en El Salvador, Chelato Uclés en Honduras y Luis Santibáñez en Chile-, en los últimos tiempos ha ido cambiando. Para Sudáfrica 2010, los únicos tres que lo lograron esas plazas eran extranjeros: Gerardo Martino en Paraguay, Marcelo Bielsa en Chile y Reinaldo Rueda en Honduras.

Es más, hay un dato asombroso. Desde 1998, cuando Bolillo Gómez clasificó a su Colombia a la Copa del Mundo de Francia, ningún entrenador nacido en su país tuvo la dicha de llevar las riendas del equipo nacional del continente americano hasta un Mundial. Claro, siempre recordando las excepciones antes mencionadas.

Y aquí aparece un tercer grupo. Además de los nacionales y los extranjeros también están los naturalizados, esos entrenadores nacidos en un país pero que adoptaron en el camino otra nacionalidad. Pues de los 24 casos de éxito que se analizan, 13 han sido protagonizados por foráneos, 8 por nacionales y 3 por naturalizados. Si consideramos a los naturalizados -por una cuestión de que llevan años en el país- como locales, la cuenta quedaría 13-11. Si se les computa como extranjeros ?porque en definitiva nacieron en otro lugar-, la cuenta es de 16-8.

El dato

Desde 1982, hubo 9 selecciones de Concacaf (quitando a México y USA) que se clasificaron a Mundiales. De esos casos, 5 veces no se interrumpió el proceso (2 nacionales y 3 extranjeros) y en otras 4 se cambió el técnico en medio de la Eliminatoria, siendo Costa Rica protagonista en tres de ellas (1990, 2002 y 2006).


Lo de los naturalizados se reduce a tres casos, pero sólo a dos personas, ya que el brasileño Alexandre Guimaraes ?con pasaporte tico desde hace tiempo- tuvo el mérito de clasificar a dos Mundiales a Costa Rica (Corea-Japón 2002 y Alemania 2006). Curiosamente, Guimaraes no empezó a dirigiendo en ninguno de los dos ciclos. Para 2002 llegó a reemplazar a Gilson Nunes Sequeira en medio de la Eliminatoria y peor fue para 2006, donde los ticos hicieron la primera fase con Steve Sampson, la fase de grupos y parte de la hexagonal con Jorge Luis Pinto y el resto con Guimaraes. Esto, además, confirma que interrumpiendo procesos no una vez sino dos, también se puede ir a un Mundial. No es lo más recomendable, pero… El otro naturalizado es el uruguayo Nelson Acosta, nacionalizado chileno, quien guió a la Roja a Francia 98.

De aquí y de allá

Con la globalización del fútbol, cada vez es más común tener seleccionadores extranjeros. Pero no siempre fue así. Además del mencionado caso de España 82 ?solo el brasileño Tim, a cargo de Perú-, en los Mundiales siguientes el éxito correspondió más a los técnicos nacionales. Para México 86, el paraguayo Cayetano Ré llevó al éxito a su selección mientras que el británico Tony Waiters lo hizo con Canadá. En Italia 90 fue pleno de nacionales: Colombia con Francisco Maturana y Costa Rica con Marvin Rodríguez (la fase previa fue dirigida por el uruguayo Gustavo De Simone), aunque luego éste fue destituido y para el Mundial llevaron a Bora Milutinovic.

¿Por qué no?

La idea de no incluir a Argentina, Brasil, Uruguay, México y Estados Unidos es para no contaminar los números, ya que estas cinco selecciones tienes patrones muy parecidos y a su vez muy diferentes al resto, que es lo que nos interesa analizar. Argentina y Brasil jamás han tenido un entrenador extranjero en toda su historia, y Uruguay solo una vez (Daniel Passarella, en el camino a Corea/Japón 2002, aunque se fue reemplazado por Víctor Púa en medio de la Eliminatoria). En Concacaf, las clasificaciones de México siempre las consiguió un técnico mexicano excepto la de Francia 98, lograda por Bora Milutinovic (en el Mundial dirigió Lapuente). Por su parte, Estados Unidos logró clasificarse siempre con técnicos locales ?el húngaro nacionalizado Bob Gansler, Steve Sampson, Bruce Arena y Bob Bradley- y cuando contrató al serbio Milutinovic no jugó Eliminatorias por ser el anfitrión. 


 

Para USA 94, Maturana repitió la hazaña con Colombia ?logró el boleto con un inolvidable 0-5 ante Argentina en el Monumental- y sorprendió la clasificación de Bolivia, que lo hizo de la mano del español Xabier Azkargorta. Para Francia 98, Colombia siguió apostando ?y con éxito- al banquillo nacional. Esta vez el que les dio el boleto fue Hernán Darío Gómez, la mano derecha de Maturana. En esa edición hubo dos brasileños que dieron en la tecla: Paulo César Carpegiani (Paraguay) y Rene Simoes (Jamaica). El otro fue el mencionado Nelson Acosta (Uruguay).

A partir de 2002, todos los entrenadores que consiguieron el boleto a un Mundial nacieron fuera del país al que clasificaron, incluyendo a Guimaraes en Costa Rica, pues nació en Goiania, Brasil. Paraguay llegó a Corea-Japón gracias al trabajo del uruguayo Sergio Markarián (Uruguay), aunque meses después fue despedido por malos resultados y en su lugar contrataron, ya para el Mundial, al italiano Cesare Maldini, el padre de Paolo. La gran sorpresa fue el boleto de Ecuador, logrado por el colombiano Hernán Darío Gómez.

Para Alemania 2006, la tendencia fue casi la misma. Costa Rica con Guimaraes otra vez como emergente, Paraguay con otro uruguayo ?esta vez Aníbal “Maño” Ruiz- y Ecuador apostando por otro colombiano Luis Fernando Suárez (Colombia). La novedad fue Trinidad y Tobago, que clasificó con el holandés Leo Beenhakker (tomó el lugar del local Bertille St Clair luego de que éste fuera destituido tras perder tres partidos consecutivos).

En el caso Sudáfrica 2010, Paraguay logró una clasificación muy cómoda y sin sufrir gracias a la gestión del argentino Gerardo Martino, aunque la gran revelación fue el Chile de su paisano Marcelo Bielsa. En Concacaf, por su parte, el que acompañó a México y Estados Unidos fue Honduras, que regresó a un Mundial tras 28 años guiado por el colombiano Reinaldo Rueda. De esta manera, los técnicos colombianos consiguen clasificar a selecciones ?propias o ajenas- durante 6 Mundiales consecutivos (de 1990 a 2010).

El otro punto clave es saber cuáles de estos entrenadores que se clasificaron habían tenido experiencia anterior en el país donde dirigieron y lograron el éxito. Aquí obviamente descartamos a los locales y también a los nacionalizados… De los 13 extranjeros, 6 había trabajado previamente en clubes y 7 no, lo que demuestra que en teoría no es tan relevante.

El inglés Tony Waiters dirigió durante varios años el Vancouver Whitecaps y allí se ganó el derecho a ser seleccionador de Canadá. Lo mismo que los cuatro entrenadores que clasificaron a Paraguay en diferentes años: Carpegiani dirigió en Cerro Porteño, Markarián en Sol de América y Cerro Porteño, Maño Ruiz en Olimpia y Guaraní, y Tata Martino en Cerro Porteño y Libertad. Luis Fernando Suarez ?hoy en Honduras- fue técnico del modesto Aucas ecuatoriano y su buena campaña lo catapultó a la selección de ese país.

Por su parte, el grupo de los seleccionadores que llegaron sin haber tocado base en un club local y lograron clasificar a un Mundial lo encabezan el brasileño Tim en aquel Perú de 1982 y el vasco Azkargorta, quien logró la histórica clasificación para Bolivia en 1994. Tampoco el brasileño Simoes conocía Jamaica cuando llegó y los puso en Francia 98. Mismo caso del Bolillo Gómez con Ecuador ?aunque se trata de un país vecino-, Leo Beenhakker en Trinidad y Tobago, Marcelo Bielsa en Chile y Reinaldo Rueda en Honduras.

La tendencia de la última década traza el siguiente perfil para el técnico capaz de conseguir un boleto: extranjero, de nacionalidad colombiano, argentino o uruguayo, preferentemente conocedor del medio, aunque no es excluyente. Si lo aplicamos a Brasil 2014 surgen tres nombres: Reinaldo Rueda (Ecuador), Luis Fernando Suárez (Honduras) y Jorge Luis Pinto (Costa Rica). ¿Será así?