La opinión
Maca, el atletismo, y la “marcha atrás”
Gustavo Flores, editor
Domingo, 20 de Septiembre de 2009
Está a punto de producirse un hecho histórico que se podría titular así: “Despiden por malos resultados al entrenador del mejor resultado de la historia del atletismo y del deporte salvadoreño”. Sería de necios no reconocer que en el oro panamericano de Cristina López, Rigoberto “Maca” Medina tuvo mucho que ver.
Ahora resulta que Maca “sabe poco y nada, que no tiene capacidad, que técnicamente no aporta…” A no confundirse, es el mismo Rigoberto Medina que guió a Cristina López a sus grandes conquistas: la copa Mundial de Marcha de 2005 y la única medalla dorada salvadoreña en los Juegos Panamericanos ’07. Y fue el que ayudó a Marcos Benavides a llevarse el oro en el Juvenil Panamericano de Canadá 2005. Sí, es la misma persona a la que fueron a buscar en limousina al aeropuerto de Comalapa tras la conquista de Cristina en Río de Janeiro.
Se critica que los marchistas fracasaron en las grandes citas internacionales: los Juegos Olímpicos y el Mundial de atletismo. Pero la marcha salvadoreña estuvo presente en esos eventos donde van los mejores atletas del mundo. Es cierto, no les fue bien, pero tuvieron la capacidad de clasificar en algunos casos y medirse con la verdadera elite internacional. Si la excusa es que la marcha no funciona, ¿dónde está ubicado el resto del atletismo?, ¿dónde están los velocistas destacados a nivel internacional?, ¿y los saltadores?, ¿y los lanzadores?
Cuidado, desde este lugar no se trata de caer sobre las otras disciplinas del atletismo donde hay entrenadores que trabajan mucho y bien, sino de calibrar la idea de lo que Maca le aportó al atletismo salvadoreño en estos cinco años en los que dirigió la marcha. Pero ¿fue o sigue siendo entrenador? Ni siquiera eso queda claro en este enredo: mientras el presidente de la Federación Ruiz Rodas dice que ya no, el cubano sigue dirigiendo a sus marchistas cada madrugada.
La decisión de separarlo de su cargo se desencadenó por una queja de uno de los marchistas, Emerson Hernández (luego retractada). Con ese criterio, y salvando las distancias, ¿deberían separar a De los Cobos si alguna vez se queja Alfredo Pacheco, a quien relegó al banco de suplentes en los últimos juegos?
“Las victorias tienen muchos padres, pero las derrotas son huérfanas”. Cuanta razón tenía usted, Maca.