SAN SALVADOR. Mejor no pudo ponerse. La bola está caliente y mañana es la última oportunidad para UTEC y Gigantes, que definirán al mejor del béisbol nacional.
Los Gigantes llegan con los ánimos en alto. Se vieron a seis outs de la eliminación el sábado pasado, cuando la Utec estaba al frente por dos carreras a una. Ya la lluvia había suspendido el juego una vez y la segunda fue definitiva. Eso significó un respiro para Gigantes, que al día siguiente pudo dar la sorpresa y mantenerse con vida.
El cerrador Raúl Romero vio como un imparable de Andrés Velasco impulsó a Josué Cedillos y Joel Carballo, quienes le dieron vuelta al juego.
Para UTEC, debe ser borrón y cuenta nueva, en un partido donde los errores los traicionaron, al acabar con cinco. Tenían la serie por 3-0. Una vez más dejaron escapar la ocasión para levantar el título; la presión les puede jugar feo.
La hora de la verdad será mañana, desde las 6:30 p.m. en el parque de pelota Saturnino Bengoa, adonde el que se equivoque menos se alzará con el triunfo.