Guión de película: Acción: Las olas se pusieron más bravas que nunca. El mar picado, el viento fuerte y en contra. El agua más fría que cualquiera de los días anteriores. Unas masas de agua de 9 a 12 pies de altura.
Drama: La abuela, la madre de crianza de Evelin Centeno y Noemí Centeno murió hace cuatro días y estuvieron a punto de retirarse de la competición para viajar al entierro. El Comité Olímpico Nacional se reunió y lo discutió. Estaban buscándoles vuelo. Ellas decidieron quedarse.
Problemas en los otros protagonistas: Lesión en la espalda del “Mago” Martínez tratada ayer por la mañana por la fisioterapista Esmeralda. Y calambres en días pasados en una pierna. Lesión en el hombro derecho de Israel Arenívar, tratada desde el primer día.
Misión imposible: Vencer a Perú, con cuatro campeones mundiales, aunque solo dos de ellos compitieron en la Aloha Cup, eran los más fuertes. Cristóbal De Col, reciente campeón mundial juvenil de 2011, hábil, joven. Gabriel Villarán, experimentado domador de olas grandes y pequeñas, viejo lobo de mar que sabe controlar momentos y presión.
Situación en contra: El escenario es en Perú, contra el público, contra el peso de la localía, y contra algunos jueces.
Descenlace: Karlo Mejía, técnico de El Salvador, cambia de estrategia. Todos los países entran con las mujeres, salvo El Salvador. Porfirio Miranda entra tranquilo. “Sabía que eran 15 minutos, me tranquilicé, pensé. Vi las olas, la espuma, esperé la ideal. Y era la buena. Dudé pero luego vi que era buena ola. Ahí solo tienes una ola, si te caes, te puntúa 0.3, o así. Mi ola fue de seis o siete puntos. La ola explotó y los demás empezaron con malas olas. Después venía el segundo turno, algunos se levantaron, pero otros no, y Evelin sacó todavía más ventaja”, cuenta Porfirio.
“La verdad, fue un logro del equipo. Las olas estaban grandes. Lo hicimos por el esfuerzo, dimos realmente todo lo que teníamos acá en el torneo. Llegamos lejos, fuimos segundos del deporte, detrás de Perú, los únicos que le quitamos un oro y logramos el triunfo por equipos”, afirma.
“Esto se lo dedico a mi abuela, que falleció el domingo. Esto fue por el país, la verdad es un orgullo poder representarlo, poner el nombre de El Salvador en alto. Fue todo un esfuerzo, entre las dos, con mi hermana, nos apoyamos para aguantar esto (por su abuela, su madre). Pero el equipo lo necesitaba (que se quedaran), fue doloroso no estar en el santo entierro. Pero además estábamos muy lejos. Siempre llevaré a mi abuela en mi corazón, pero también llevo a El Salvador en mi corazón”, cuenta Evelin, de 20 años, con tres apenas en el surf, deporte al que la llevó su hermana Noemí, de 22.
El “Mago” besa la medalla. Ni sus lentes obscuros disimulan unas lágrimas. No suelta el ramo de flores. Unos niños peruanos se acercan y le piden la presea. No puedo, les dice, les regala una sonrisa. Martínez fue el tercero en ingresar al agua. “Estábamos preocupados más que todo por las mujeres, las olas estaban mounstrosas viejo, pero todo se dio gracias a Dios, saqué como 5.97 en la ola o algo así. Fue un poco reñido. Estoy contento por representar a mi país, esto es para mi familia, para Dios, para el mundo entero, me siento orgulloso”, dice mientras aprieta la medalla que los niños no dejan de observar.
“Fafi” tuvo su revancha. Israel Arenívar debió haber avanzado en el Open. Por calidad. No lo dejaron los jueces ni la estrategia de los peruanos, que le marcaron, le bloquearon y cometieron penalidades no sancionadas.
Le pasó también a Chile y a Ecuador. El factor “cancha” siempre juega. Pero sacó pecho, se olvidó de eso y cerró con tremendo poder. Cogió una ola de 9 pies y la hizo pedazos con tres movimientos consecutivos para sumar más de 7 puntos y asegurar el oro.
Para entonces, Perú estaba desarmado. Empezó flojo. Su segundo fuerte, Cristóbal De Col, se cayó del agua. Y el resto fue historia. Ahí entró Ecuador y Venezuela, venían ahí, cerca, pero nunca pudieron realmente recortar la diferencia para el equipo nacional.
Al final, El Salvador se alzó con la Copa Aloha y le dio la primera medalla para el país, una de oro, en su primera participación en los Juegos Bolivarianos de Playa, gracias a un acumulado de 18.43 puntos. Ecuador se quedó con la plata con 14.97. Y Venezuela se hizo con el bronce, con 14.30. Perú, el gran favorito, el rey del surf, quedó cuarto con 13. Por equipos, los reyes en Playa Punta Roca son cuscatlecos.
Fin del primer acto: Los surfistas se despiden de Lima con un oro. ¿Habrá saga? El Comité Olímpico quiere eso, desarrollar más este deporte en el país. Como dice Karlo, “no le ganamos a cualquiera, acá se quedó Perú, con campeones mundiales”. Es el primer oro. El país quiere otro en fútbol. Ahí llegaron los de surf, ya sin sus tablas, a apoyar también.