SAN SALVADOR. Por 56 minutos, Juventud Independiente parecía huérfano sin la presencia de su técnico, quien tardó en llegar al estadio tras resolver un problema familiar.
Cuando “El profe” Sánchez llegó su equipo caía 2-0 y no daba señal de reacción. La historia cambió y los goles llegaron en cadena.
Los dos autores de las anotaciones, Christian Esnal y Óscar Cerén, reconocieron que sin su DT no habría sido posible resolver un partido que se perdía.
“Estamos muy agradecidos con Dios por esta victoria porque nos saca de la zona del descenso que es lo que nos preocupaba. Veníamos urgidos de ganar y se pudo remontar. Mostramos lo importante que es el profesor Sánchez para nosotros y que sin él perdemos la confianza”, dijo Esnal.
Para Cerén ese factor anímico pesó en el partido. “En el primer tiempo no tuvimos al profe y nos incomodó. Y fue cuando lo vimos que nos motivamos porque con sus gritos nos motivaba y en los últimos minutos pudimos responderle”.
Sobre el juego, Óscar Cerén dijo que necesitaba encontrarse con el gol. “Tenía partidos de no marcar y m e siento muy motivado porque el de esta tarde fue muy bueno y también felicito a mi compañero Esnal que nos ayudó con los dos remates de cabeza”.
Al final del partido, el defensa Granados fue expulsado. Dio detalles de ese percance.
“Me pegó Christopher con la cabeza en la nariz. Me dijo que no fuera así para celebrar y el árbitro llega para expulsarnos, limpiándose las manos. El perjudicado soy yo porque a mí me pegan y me expulsa. Conozco a la mayoría de ellos en Marte y creía que tenía amigos. Christopher es un cipote que comienza y debe ser humilde al momento de ganar o perder. Y un compañero de él salió amenazándome. No puedo decir quién fue porque eso queda en la cancha y afuera termina”, comentó Granados.