Bien dicen que nadie sabe para quién trabaja. Y el voleibol nunca creyó que lo que le enseñó a Domingo Torres, bajo su causa, germinaría en el baloncesto. Y palabras como Exsal, jugador-entrenador, títulos de campeón se ligaron a la vida de un hombre de éxitos deportivos.
Torres cuenta que, en 1976, su llegada al baloncesto ?fue bien curiosa?, tras conjugarse distintos elementos para su acercamiento.
?Cuando llegué al bachillerato, me involucraron en el voleibol. En primer año, en el Inframen, quedamos campeones; en segundo año, seguí jugando. Pero en tercer año, se quedaron sin gente dizque alta en el basquetbol y me llamaron a la selección. Fue la primera vez que jugué, pero yo no sabía nada?, cuenta.
Después, se sincera: ?Me decían: ?Venite, ahí dan zapatos All Star, chumpas?. ?¡Ah, vamos, pues!?, dije. Además, en voleibol habíamos quedado campeones, pero ni las cipotas nos volvían a ver, y dije me paso al basquetbol?.
El ex jugador, de 1.84 de estatura, reconoce que las condiciones de haber jugado voleibol le ?desarrollaron un salto extraordinario. El voleibol me ayudó a desarrollar la parte atlética?.
Mingo, como lo conocen los amigos, se mantuvo jugando ?en torneos cortos, a nivel de barrio?. Pero fue hasta que lo observaron en la colonia Guadalupe cuando su carrera ?tendría el arrancón?. ?Se había formado un equipo que se llamó Sociedad de Empleados de Comercio, un muchacho me vio y ese fue el primer equipo de Liga Mayor en que participé?, manifiesta.
La alegría de la gloria
Domingo enumera su paso por los quintetos de la Universidad de El Salvador (Liga Mayor), Exsal y Roll Royce (ambos Primera). Pero la fase que más satisfacción le dio fue la de los salesianos, sobre todo porque confiesa que sin ?ser salesiano logré identificarme con ellos?.
?Con la UES, fui a un torneo a México y al regresar, en 1979, me reclutaron del Exsal para Primera. Me mantuve desde ahí hasta 1984, me forjé como jugador, mejoré mis condiciones. Y en 1985-1989, me pasé al Roll Royce, porque Exsal se trasladó a otra sede y ya no pude viajar más?, rememora.
Torres, quien cuenta que ?jugaba de cinco? y la ?característica que desarrolló fue la defensa?. Logró títulos con Exsal (1982) a nivel nacional, C.A. y del Caribe, y un Campeón de Campeones. También se coronó monarca con Roll Royce (1986). Y formó parte de la Selección en 1985, en un Centrobasquet.
Con el pasar del tiempo, Torres reconoce que siguió ?jugando, pero ya tenía otras aspiraciones, y ya no le dedicó el mismo tiempo?.
El ex estudiante de ingeniería industrial tomó en cuenta para su retiro una lesión y un ?vídeo en el que no me agradó cómo me vi jugar?.
?Empecé a pensar en que me podía retirar en el año 87. Tenía una lesión lumbar y, en un torneo en Nicaragua, me vi en un vídeo y me empezó a cruzar la idea: ?Es tiempo de que te retirés, la espalda no te da esa agresividad que has tenido estos años?. Y en el año 1989 dije: ?Ya no juego??, y lo cumplió.
Jugó baloncesto aficionado, pero era el fin de su fase como jugador.
¿Qué hace?
Para Domingo Torres, ser entrenador no fue nuevo, ya que dirigía desde 1984, aún como jugador activo. Y aceptó la primera invitación para ?dirigir a un equipo Sub 17? masculino.
Manejó cuadros colegiales como el Liceo Cristiano, Santa Cecilia, Ricaldone. Pero en este último, en 1991, decidieron no seguir más con el baloncesto y se quedó sin empleo.
Pasaron diez largos años para que volviera a retomar el rumbo. ?Un amigo me contrató en una maquila como obrero. Era de fabricación de calcetines. No sabía nada de baloncesto, de jugadores, del
Codicader. Oía, pero no me interesaba?, declara.
Pero en 2001, la empresa cerró: ?Entonces, les ayudé a mis padres en una panadería. Hasta 2005, me llamó don Enrique Samour y me dejó al frente de Itexsal. De ahí a la fecha, con categorías infanto-juveniles?. Hoy en día, con el femenino.
Además de tener un negocio con su esposa de venta de calzado, trabaja igual ?con el colegio Don Bosco y en la Federación de Baloncesto con los procesos de selecciones Sub 17 niñas?.
Su palmarés incluye títulos con los ?gorilas? (nacional, estudiantil, y oro y plata Codicader, desde 2007 a 2011), y dos subcampeonatos con el ?chaleco?. Y en Liga Mayor, campeón en 2008 con Exsal. ?Es una satisfacción para mí porque era un reto. Había ganado como jugador y estaba ganando como entrenador. Ganamos la Liga Elite de 2009, 2010?, relata.
Actualmente, posee nivel dos de entrenador aprobado por Fiba América, y recibiría este año el nivel tres (último).