Edwin Portillo quedó afónico el domingo, celebró en el parque con la afición y lo primero que hizo el día después del título fue desayunar en un restaurante para comprar los periódicos. Allí los saludos y las fotos sobraron, esta vez no de los medios, si no de los habitantes de Metapán.
Antes del mediodía atendió a EDH, donde posó con la copa en el estadio, en la plaza y frente a la iglesia. De paso atendió la llamada de El Desempate, por radio 102nueve.
?Darle la séptima corona a esta ciudad es una doble satisfacción. Viví la final con tensión, pero también con fe… Fue un partido muy emotivo porque poco a poco fui perdiendo la voz. Por recomendación debo realizarme un chequeo médico porque estos partidos son cardíacos y se viven con intensidad?, comentó ?Bochinche? Portillo.
A sus cincuenta años, Portillo no termina de asimilar que se ha convertido en el técnico más exitoso en la Primera División. Sobre esto bromeó: ?Dicen que no alcanza el cemento (para que le hagan un monumento en la plaza de la ciudad), de cal la van a hacer?.
Portillo estaba convencido que su equipo tenía la capacidad para resistir el desgaste físico. ?Siempre manifesté que el equipo estaba apto para jugar 90 minutos, 120 minutos o más. No sé en la parte física como estuvieron ellos (jugadores albos), pero en los últimos seis minutos ya no tenían piernas. Es de alabar al profesor Ramírez?, apuntó.
El juego ha tenido su polémica, para algunos, por el contacto del balón en la mano de Luis Perla antes que finalizara el tiempo extra. Portillo dejó su postura.
?¿Qué tal si cometen penal y perdemos un campeonato? Joel Aguilar estaba a dos metros de la jugada. Después que expulsaron a Jonathan Barrios, en los primeros 15 minutos de extra tiempo no nos pitaron faltas a favor…?.
Sobre Alianza que no recogió medallas, dijo: ?Estaban frustrados porque seguramente estaban confiados que serían los campeones?.