Antes de la final, el equipo respiraba tranquilidad, seguridad y confianza en la experiencia de cada jugador. El partido fue trabado y hasta en los penales se evidenció ese sentimiento. Tanto la banca como los jugadores que esperaban patear sus penales estaban de rodillas.
Paolo Suárez era un manojo de nervios porque tocaba su rostro a tierra y juntaba sus manos. Para suerte suya, no necesitó patear un penal y fue uno de los que se enfundó en abrazos, corrió a celebrar con la Furia Calera y buscó a su hijo Agustín para celebrar.
?Tenía una espina muy adentro que era regalarle el triunfo a mi hijo (porque se perdió la final contra Águila en el Clausura 2012). No sé si aporté mucho, poco o nada pero siempre quise entregarme en el terreno de juego por mi hijo Agustín y Metapán?, indicó Suárez.
Cada jugador buscaba a su familia, como Nico Muñoz con su papá, quien no estuvo en la final pasada, cuando ?Yuyu? estaba en Águila.
El delantero panameño, quien cerró un año épico al levantar dos trofeos con distintos equipos, así como su compañero Shawn Martin, comentó: ?Llegué a un equipo complicado y muy duro, los compañeros me ayudaron mucho para adaptarme a la ciudad y gracias a Dios pude colaborar para la obtención del séptimo título. La idea como delanteros fue pararnos bien, esperar que el tiempo pasara y contragolpear, pero al final tuvimos mucha paciencia y personalidad para aguantar cuando se vinieran encima y la experiencia la teníamos en los penales?, indicó Muñoz.
Nico agregó que hoy viajará a su país, a la espera de alguna noticia de su Selección, ya que aúno no ha sido tomado en cuenta para ser convocado para la Copa Centroamericana.
El defensa Alfredo Pacheco dijo que jugar en Metapán siempre da una satisfacción. ?Son logros que me da Dios y la vida. Contentísimo, alegre porque jugamos contra un gran equipo y una gran afición, se logró el objetivo, ahora vamos a celebrar, estoy sin palabras, jugamos contra todo… Antes de la semifinal tuve una conversación con Cheyo Quintanilla y me dijo quiero ser campeón y sé que lo voy a lograr. Le dije: todo aquel que viene a Metapán es campeón, así como le pasó antes a Ramón Sánchez?.
El zaguero Mílton Molina se lució durante el juego al desviar centros que iban teledirigidos hacia Fito Zelaya.
?En el partido pude ayudar en acciones puntuales pero el mérito es del grupo. Es una alegría enorme sentirse otra vez campeón y ganar a un gran rival como Alianza. Esta final se pareció mucha a la de hace dos años, pero con la diferencia que hubo goles. En los penales me dieron la confianza de patear el penal decisivo porque Paolo no quería patearlo?.
El técnico Edwin Portillo dijo estar satisfecho por todo su equipo: ?Felicito a mis muchachos por la actitud mostrada. Pero también quiero señalar que si no tuvimos un buen primer tiempo es porque nos está pesando el juvenil (José Peraza) y con el ingreso de Cheyo el partido se puso parejo porque despertamos?, reflexionó.
Para ?El Bochinche?, llegar a los penales fue sufrido: ?Le pedí a Dios que bendijera a Mondragón y me escuchó. Hoy sólo quiero celebrar?.