Pegó primero. San Marcos consiguió anoche llevarse el primer juego de la serie final del baloncesto de Primera categoría, al derrotar 85-83 a Utec, un quinteto que lo metió en aprietos y se creció en los últimos dos periodos, alcanzándolo, mandando al tiempo suplementario, pero cediendo terreno camino al título.
Fue Carlos Arias el que anotó a un segundo de terminar el juego los dos puntos que le dieron el gane al conjunto santo.
Se notó desde los primeros instantes la presión que ejerció San Marcos, a pesar de que fue Julio Mancía se encargó de colocar los primeros dos puntos para los tecnológicos. Pero los ?sanmarquinos? fueron amarrando el juego a su estrategia, aprovechando los errores del rival y proponiendo un juego abierto.
El conjunto santo salió atento siempre al cierre de sus espacios, y presentó su estilo particular, frontal, con la elegancia de los tiros de tres puntos, y con la faena incansable de Óscar Rivera. Este siguió siendo el motor del quinteto, facilitando sus habilidades las desconcentraciones de Utec y los errores defensivos.
Poco a poco, San Marcos fue tomando la batuta, con las individualidades de Rivera, más la autoridad y la motivación que imprimía Salvador Bandek, uno de los más entregados.
Los universitarios intentaban resguardar su fortín con Luis Gutiérrez y el apoyo a Mancía, pero en contraste lucían desolados Jorge Loucel y David Johnson, al proyectarse y tratar de superar los bloqueos de San Marcos.
El primer periodo se iría así con ventaja para San Marcos, de 21-14.
Pocas cosas cambiarían para el siguiente cuarto, ya que el conjunto santo mantuvo el orden, no dejó de atacar y aprovechó los descuidos de Utec para robar balones. Con inteligencia, Bandek siguió liderando al equipo y su pulso siguió fino.
Rivera y el mismo Bandek tuvieron mayor respaldo cuando ingresó Fabio Molina, lo que permitió al equipo ser más estable, pero Johnson sorprendió por momentos con sus algunos clavados, siendo la mayoría puntuables.
Utec tuvo que irse al descanso con distancia de 10 puntos menos (40-30), pero que lo trajeron de vuelta a los dos últimos periodos con más entusiasmo para acortar los números. Comenzó a darle resultado, al conseguir estar cinco puntos abajo (41-46), y encender el entusiasmo del público.
En la marcha, el camino volvió a abrirse para San Marcos, que sacó provecho de la experiencia de sus jugadores en este tipo de fases y que trató de frenar los ánimos de una Universidad que cerró el penúltimo episodio apenas con dos canastas de diferencia (57-55).
Como era de esperarse, el juego se volvió de pálpito para San Marcos, que vio cómo la ?U? le empató en varias ocasiones (57-57, 70-70 y 72-72), siendo éste último a cuatro segundos del cierre del juego, lo que obligó al tiempo extra.
En los cinco minutos, San Marcos pudo respirar, ya que por sus propios errores casi cedió un juego que tenía en el bolsillo, pero que a la postre le permitió sufrir un cierre de infarto, pero imponerse con diferencia de dos (85-83), para mañana buscar definir el título de campeón.