Wanderers – Juventud regalaron un emocionante 3-3, para darlo como partidazo pero opacado por lo ocurrido después de finalizado. Cuando los jugadores se saludaban hubo un cruce de palabras, un golpe y una respuesta… Varias respuestas.
Se vino una batalla campal entre todos los jugadores, golpes para todos los gustos y sabores, patadas voladoras al fiel estilo de Karate Kid… Una impresionante batalla que terminó con ocho expulsados por equipo, en total, ¡16!, por parte del árbitro Leodán González.
Es la segunda vez que ocurre un hecho así en la Primera del fútbol charrúa. En mayo, en el duelo entre Cerro y Cerro Largo, fueron 17 expulsados. Esta vez, estuvieron a uno de igualarlos.
Los dirigentes de ambos clubes, mediante un comunicado, lamentaron lo ocurrido. El más afectado fue Cristian Latorre, jugador del Juventud, acusado de iniciar la pelea. Latorre, según el comunicado del Juventud, “incurrió en una falta grave” al “iniciar los incidentes”.