PETAPA. Alegría. La felicidad que compensó el traspié completo de la Sub 17 en la Pentagonal llegó ayer, para la clausura del torneo. En un partido donde El Salvador ya no se jugaba nada, sólo la dignidad, la Azulita se regaló a sí mismos y al país una victoria reconfortante.
Venció 3-2 a Nicaragua, y por honor consiguió no terminar última en la clasificación. Sin embargo, no fue suficiente al perder el objetivo de un boleto al Premundial de Panamá 2013, que estuvo únicamente en su poder, pero nunca lo hizo realidad.
Los nacionales tocaron mejor el balón por las bandas, con profundidad y acción. Melvin González y Óscar Acevedo fueron superiores en el traslado del mismo, apoyados atrás por Chegüen y Barahona.
En el ataque, su buena reacción y velocidad favorecieron a Daniel Luna, pero el 20 nacional tuvo marca personal y no logró abrir espacios para encarar al marco nicaragüense.
Aferrado al contragolpe, Yader Bonilla aprovechó esa vía para poner arriba a Nicaragua, a los 12?. Se repetía la película para los nacionales, quienes tras dominar terminaron sorprendidos. Bonilla recibió una prolongación, se metió por derecha y definió el 0-1.
La Sub 17 había tropezado con la misma piedra, de estar, una vez más, cuesta arriba. Pero a pesar del marcador adverso, no renunció al ataque.
Fue así como, a los 24?, apareció Julio Amaya, quien por sector derecho mandó un remate largo a portería que se coló al sector bajo izquierdo de Rendel Hodgson (1-1).
El Salvador volvió al ataque y fue superior en el terreno, pero no definía. Los chochos se desconcentraron y bajaron la guardia, sin renunciar a las llegadas al área nacional.
La tranquilidad la llevó Barahona, después de que sorprendiera a los chochos con un disparo potente a portería, tras el cobro de una falta. El zaguero marcó el 2-1, al 45?.
El de la tranquilidad
Con la llegada de Óscar Hernández al complemento, El Salvador ganó en velocidad por derecha. El pequeño 16 de la Azulita puso revolución al equipo, y consiguió desesperar a los zagueros chochos con balones filtrados para Luna.
Los chochos terminaron con uno menos, por la expulsión de Moisés Taleno, al 56?, pero no lucieron en desventaja, ya que se ordenaron.
Halló la Azulita, desde la derecha, el mejor lugar para encontrar el espacio abierto y hacer daño, y por ahí Hernández asistió a Luna, quien a los 68? arrastró marcas, se metió con balón dominado y de zurda puso el 1-3.
Nicaragua se encimó, con el hombre menos, y consiguió el descuento. Apareció Bonilla para marcar su doblete, a los 74?, con un derechazo desde fuera del área que colgó el 2-3.
El final fue de angustia por la presión chocha. Los nacionales se metieron en su área y cuidaron su único triunfo de la Pentagonal, con el cual levantaron cabeza y se despidieron salvando el orgullo y la dignidad de un país.