Presuntos pandilleros de la 18 atacaron a Salvador Hernández Cruz, de 23 años, cerca de las 11:30 de la mañana del miércoles.
El hecho se registró en el kilómetro 5 del bulevar Constitución, en el cantón San Roque, Mejicanos.
De acuerdo con las autoridades, la víctima trabajaba en un taller de estructuras mecánicas cuando fue lesionado.
Un agente dijo que el muchacho tenía tatuajes de la mara Salvatrucha en su cuerpo y que varios sujetos se le acercaron para dispararle.
Las autoridades afirmaron que el joven fue llevado al hospital Zacamil con lesiones de bala en el abdomen.
Testigos dijeron que los sujetos luego de disparar a Salvador se cruzaron el bulevar Constitución, tomaron un vehículo que los esperaba y escaparon rumbo a Apopa.
Las autoridades no descartan que este hecho haya sido perpetrado por pandilleros .
El lugar donde se dio el incidente opera la pandilla 18 y es considerado por los vecinos de alta peligrosidad.
Algunos conocidos afirmaron que Salvador tenía tres meses de trabajar para el taller de estructuras mecánicas.
Al cierre de esta nota, las autoridades manifestaron que Salvador aún seguía con vida pese a lo delicado de sus heridas.
Cadáver entre cañales
En otro caso, la Policía encontró los restos de un hombre en avanzado estado de descomposición en Apopa, al norte de San Salvador.
Tras el procedimiento de levantamiento, las autoridades no lograron identificar a la víctima por no portar documentos personales.
El cadáver estaba en el interior de un cañal en las cercanías de la planta de energía Nejapa Power.
Ayer por la tarde, la Fiscalía informaba del hallazgo de otro cadáver semienterrado en lotificación Plan del Coco, cantón Tres Ceibas, en Armenia.
Según la Fiscalía, se trataba de una mujer, que tampoco identificada por las autoridades.
Asesinato en Ayutuxtepeque
El martes por la noche, una mujer fue asesinada en la comunidad Cristo Redentor, en el cantón Los Llanitos, en Ayutuxtepeque.
De acuerdo con la Policía, fue identificada como Sonia Jeannete Ramírez, quien trabajaba en una escuela de la zona.
La versión de la Policía, revela que la víctima fue tomada por la fuerza (raptada) y llevada hasta una quebrada donde la ultimaron de al menos 15 disparos.
Con la muerte de Ramírez, cinco pequeños hijos quedan en la orfandad.