Fidel Castro “sembró mucho odio”, comenta su hermana Juanita en una entrevista con el Diario Las Américas. “Yo no lo haría, pero comprendo y respeto a los que celebran por su muerte porque él hizo mucho daño”, añade.
“Es triste, pero eso fue lo que él sembró”, insiste Juanita Castro, quien vive con dolor desde Estados Unidos el fallecimiento de su hermano.
En la entrevista, Juanita Castro cuenta cómo las aspiraciones del joven Fidel Castro crearon una gran fisura familiar.
“Sacrificó a todos por sus planes” y la falta de afecto que mostró hacia la familia provocó malestar en el hogar materno, dice.
A pesar de que había grandes diferencias entre el modo en que él y Raúl Castro se relacionaban con sus hermanos y padres, “Raúl siempre sintió por Fidel una adoración y eso lo llevó a que se unieran de manera incondicional”, dice.
Juanita relata cómo durante el primer año de la Revolución participó en trabajos sociales que su hermano “apoyaba con recursos”.
“Cuando me quejaba de las cosas que estaban pasando en el país, me decía ‘no te preocupes, Juanita, todo se va a arreglar, las cosas van a ir bien'”, recuerda.
Sin embargo, en aquellos momentos estaban en marcha los fusilamientos en la fortaleza militar de La Cabaña, bajo las órdenes de Ernesto Che Guevara.
“Aquello me volvió loca. Al primero de los revolucionarios que le enfoqué los cañones fue al Che Guevara, por sus injusticias”, asegura Juanita.
“Había personas que habían tenido como medio de vida un trabajo con el gobierno de Batista, que no tenían culpa de nada, incluso soldados que pertenecieron al ejército anterior, sin ningún rango; fusilaban a cualquiera, no sé si para impresionar al mundo o por venganza. No sé qué movía al Che Guevara para hacer tanto daño de gratis. Eso me envenenó la vida”.
“Al principio, de forma ingenua, pensé que Fidel no lo sabía; después me di cuenta de que a mí también él me estaba engañando y entonces comencé a tratar de sacar de las prisiones a lo que arrestaban por sus ideas políticas, a quienes finalmente habían sido traicionados por Fidel y el régimen que estableció”, dice.
Juanita Castro partió a México a mediados de 1964 con la decisión de no volver.
“Igual que fui la más identificada de mis hermanas con la Revolución, así me separé por razones políticas”, señala.
A su juicio, el régimen que consolidó Fidel Castro estaba planeado desde antes de 1959.
“Ellos ya tenían diseñado ese fenómeno (…) para mí, todo eso estaba planeado desde la Sierra Maestra. No fue por casualidad que pasaron esas cosas”.
Aunque admite que se ha sentido mal por no haber visto nunca más a sus hermanos, incluso cuando han estado enfermos, aclara que ha sido por su propia voluntad: “Nadie me ha presionado para que vaya a Cuba o para que no lo haga, fue una decisión que tomé. Siempre he sabido que las cosas allí están iguales o peores que como las dejé, mi vida se termina aquí, donde voy a estar hasta que Dios disponga”.
“Lo que más siento de todo es el país que destruyó y la oportunidad que se perdió de hacer algo maravilloso”, afirma en la entrevista.
Agrega que no renuncia al sueño de una Cuba mejor, “en la que queden atrás los resentimientos y el odio, y seamos capaces de hacer algo por alcanzar la verdadera libertad”, pero se muestra escéptica con la posibilidad de que la desaparición física de Fidel Castro signifique un cambio.
“Aún quedan muchos en el Gobierno que durante todos estos años se han beneficiado, satélites que lo que han hecho es aprovecharse.
Además, me imagino que hay varios núcleos internos, los más fuertes, los reaccionarios, los empecinados, los ‘odiadores’. Dentro de esa cúpula hay de todo y se mantendrán luchando unos con otros como pasa en todos los grupos de poder”, razona.
Juanita ha sido informada de que tiene reservado un nicho en la finca de Birán, en el mausoleo edificado para los Castro Ruz. Pero “tener un espacio en la familia después de la muerte no tiene valor”, dice.
“Han sido tantas las cosas tristes y difíciles que cualquier buen recuerdo se ha opacado. Fue demasiado, por eso entiendo la reacción de mucha gente que expresa bailando su rechazo a tanto dolor”.