Juan Carlos Nolasco González tiene 41 años, es Inspector de prevención y seguridad contra incendios en el Cuerpo de Bomberos de El Salvador.
Sus manos están llenas de cicatrices, pero el color blanco de su piel no dejan verlas.
Doce días de hospitalización y seis meses de fisioterapia fueron suficientes para recuperar el movimiento de sus manos después de haber sufrido quemaduras de tercer grado.
También: 11 productos pirotécnicos prohibidos en El Salvador
Las quemaduras las sufrió en la explosión de una cohetería en febrero de 1995.
“Llegamos, el incendió ya estaba propagado en toda la casa. Después de 25 minutos ocurrió la explosión y nos lanzó por los aires”, relata Juan.
Cuenta que él quedó inconsciente y despertó cuando estaba siendo trasladado para recibir atención médica.
“Me llevaban en una patrulla de la policía, las manos fueron lo primero que me vi, porque las sentía heladas y al vérmelas me vi los huesos casi expuestos”, recordó.
Aseguró que en esa época los guantes eran muy sencillos y fácilmente se rompían. La explosión también destrozó por completo el traje de seguridad y el equipo que llevaba puesto.
Juan, que también tiene cicatrices en sus orejas, aseguró que media hora después de llegar al hospital se dio cuenta de las quemaduras por el dolor que empezó a sentir.
Sin embargo, dijo que ese dolor no se comparó en nada al que sintió durante las curaciones, puesto que le tenían que eliminar las partículas de pólvora y raspar la piel que tenía dañada para evitar infecciones y las heridas sanara.
Asegura que de todas sus hazañas como bombero, esta ha sido la más impactante, ya que hasta pudo haber perdido la vida.
En febrero próximo cumple 25 años de servicio en el Cuerpo de Bomberos de El Salvador. Aseguró que 15 años de su vida los dedicó a ser bombero operativo y los 10 restantes los lleva ejerciendo como inspector de seguridad.
Durante los 25 años de su carrera afirma que lo más satisfactorio es poder ver la sonrisa de agradecimiento de una personas al ser salvada, o escuchar las gracias de alguien por haber mitigado el fuego y salvar sus bienes, puesto que sabe cuánto significa para ellos.
“La naturaleza nuestra es salvar vida y los bienes de las personas, eso es lo que nosotros hacemos y lo que nos hace sentirnos bien”, dijo.