La historia de Amado de Jesús Alvarado, “Chus” como lo conocen en el litoral , que hoy muestra orgulloso las dos medallas de los Juegos Bolivarianos de Iquique arranca en la humildad de su natal Conchalío y un surf que empezaba a asomar a escondidas de su familia.
”Mi mamá me daba permiso, lo más, media hora para surfear. A veces me iba a escondidas con mis hermanos; cuando ella salía al mercado, nosotros calculábamos el tiempo que hacía allí y nos íbamos al mar a surfear. A veces duraba 15 minutos solamente pero igual lo aprovechábamos con mis hermanos”.